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Halo~ 💙💜 Smh siempre acabo compensando mi falta de actividad :( Bye~ 💜💙

Pov Stuart:

Y se fue de mi lado. La perdí.
Suspiré pesadamente mientras volvía a mi casa; Rachel ya no estaba en ningún rincón y lo único que hizo fue dejarme una estúpida nota. Saqué un cigarrillo, lo encendí y le di una profunda calada para soltar instantáneamente ese humo grisáceo de mis pulmones.
Miraba fijamente al techo de la sala de estar, dejando que mis pensamientos divagaran sin control alguno. Un recuerdo reciente me vino a la cabeza... el rostro de decepción, frustración y molestia que tenía Steph cuando me vio con Rachel... jamás lo olvidaré.

En mi vida hice cosas horribles, cosas de las que Steph fue testigo, pero nunca me había llegado a poner tal cara como hoy. Ahora estaba más claro que el agua... aquellas personas a las que amaba me odiaban y todo por una tipa rica.
Maldecía el día en el que me encariñé de Rachel. Esta siempre acababa estropeando mis relaciones, pero gran parte de la culpa era mía, obviamente. Yo me dejo llevar... me olvido de los demás... pero no podía olvidarme de Noemi. Algo me lo impedía, algo muy profundo en mi alma.

Saqué mi teléfono viendo a Noemi en mi fondo de pantalla, haciendo que una esbozara una sonrisa melancólica; besé la pantalla y volví a darle otra calada al cigarrillo.
Lo más probable es que estuviera llorando junto a Audrey... siempre es así. Siempre que la defraudo, su mejor amiga está ahí para ella.

Solté el humo, dejé la colilla sobre el cenicero y cerré mis ojos, cansado por cómo lloré hacía un rato, cayendo en el sueño al acto. Nunca en mi vida había sido tan sincero con alguien y me comporté tan estúpido con ese alguien que ni siquiera me creyó.

Llamada. Era muy temprano todavía.
Cogí la llamada y me puse el teléfono al oído de manera torpe.

― ¿Diga? ―murmuré adormilado.

Dents ―habló Russ com su voz potente― Me enteré de varias cosas por parte de Murdoc y tu hermana.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal― ¿Q-Qué cosas?

Vente ya mismo al bar del viejo. No quiero excusas.

Colgó.

Suspiré agotado y me puse en pie, sabiendo que no podría escaparme de su interrogatorio. Me quedé un momento aturdido al no recordar que me dormí en el sofá, pero luego me aseé, me vestí y salí de mi casa apagando el teléfono y dejándolo dentro. Cerré la puerta con las llaves y me dirigí al bar de Murdoc; lo único malo era que tendría que pasar por la universidad y no podría escabullirme si un profesor me viera.
No es como que me importara, pero quedaba poco para mi graduación y prefería dar una mejor imagen.

En el camino, me encontré con Noemi. Su vientre estaba enorme y se hallaba acariciándolo con una delicadeza increíble; su mirada mostraba qué tan perdida se encontraba en estos momentos.
Llevó su mano a su frente y vi cómo sus piernas flaqueaban. Di un salto enorme para impedir que cayera al suelo y la sostuve entre mis brazos, viendo sus ojos levemente rasgados cerrados esperando a un impacto, sus labios rojizos entreabiertos, su sedoso cabello cayendo por mis brazos... joder, joder si la amaba.

Sus ojos se abrieron clavándose de primeras en mis cabellos para luego mirarme.

― Stu ―dejó salir en un susurro.

No dije nada. Quería, pero no lo hice. No podía dirigirle la palabra así sin más, no me lo merecía.
La puse lentamente sobre el suelo y la solté una vez estaba completamente seguro de que no volvería a caer. El semáforo se puso verde y antes de que esta diera un paso adelante, solté las palabras sin pensar.

Fuckboy Hotline (2dle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora