Fuckboy Hotline (2dle)

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Halo~💙💜 Dos actualizaciones a falta de actividad en esta semanita rica rica 7w7 Bye~💜💙

Pov Noemi:

"Te dejo".

Dos simples palabras. Tres sílabas que consiguieron derrumbar mi mundo por completo.

Y rompí en llanto. No me importaba lo que pensara el resto de mi clase, necesitaba desahogarme; Audrey y Giulian me abrazaron con fuerza, intentando calmar mis llantos, pero nada hacía que el dolor en mi pecho se fuera. El profesor, al ver mi estado, me mandó a casa con cosas para hacer en lo que me ausentaba de clases y así hice.

Estuve todo el día fuera de mí, sin ganas de nada más que llorar y llorar sin parar. Y a causa de llorar tanto, se me cerraba el estómago, pero en cuanto se me pasaba, comía como loca gracias al bebé que se estaba formando en mi interior.

― Tienes que preguntarle y dejar las cosas claras ―comentó Audrey mientras yo comía espaguetis.

― She echó pa atásh ―dije con la boca llena― ¿Qué máh hay que dejard clado?

Me dio un golpecito en la cabeza― Traga antes de hablar, estúpida.

Tragué― Nunca le agradó lo de tener bebés... ―suspiré― No importa.

― ¡Por supuesto que importa! ―chilló― ¡Tú! ―señaló a Giulian― ¡Dile algo!

― Sinceramente ―habló Lian― Alguna razón debía tener ya que... se veía que te amaba...

Me levanté de la silla― Ya no tengo hambre.

Me dispuse a ir a mi habitación, pero Audrey me detuvo en seco.

― Noe, eres más madura que como te estás comportando ahora mismo... afronta las cosas como debe ser.

Suspiré y acaricié mi vientre― Está bien... pero no prometo nada si no me responde.

― Oh, claro que sí ―comentó seria― Vas a su casa con hacha en mano y exiges explicaciones. ¡A mi Noe no se la deja así por así!

Sonreí y la abracé con fuerza― Gracias por todo Aud... te quiero mucho.

Correspondió mi abrazo― Yo también te quiero, tonta... ahora ve y termina tu comida.

Como niña obediente, le hice caso.

Audrey y Giulian se pasaron el resto del día a mi lado, intentando despejar mi mente y no les podía estar más agradecida por ello; nada más irse, tomé mi teléfono y marqué varias veces el número de Stuart... pero no me lo cogía. Decidí enviarle algún que otro mensaje y nada.

Media hora pasó. Me hallaba en el sofá comiendo chocolate, mirando mis redes sociales. Entré a la conversación de Stuart y el muy hijo de su madre me había clavado el visto. Recordando lo que me dijo Audrey, me preparé y me dirigí a su casa.

Ya frente a la puerta, dudé en si tocar o no al timbre. De todas maneras, ¿qué explicación busco? ¿Que me dejó porque no se quiere hacer cargo de lo que para él es un estorbo? ¿Que me dejó porque aún no ha vivido lo suficiente como para estar pendiente de lo que él llamaba esta cosa? ¿Que aún es demasiado joven? Suspiré y pensé que lo mejor era irme, más una voz me sacó de mis pensamientos.

― ¿Noe?

Alcé mi vista. Era él. Estaba pálido, con ojeras, su pelo revuelto y su nariz y ojos rojos, como si hubiera estado llorando. Mordí mi labio inferior para aguantar mis ganas de llorar al verlo en ese estado.