Un diferente equipo 7(Sasuke fem)

Capítulo 76: Tranquilidad.

– Vamos Shizune-san, déjame ir. –Decía el rubio mientras Shizune lo revisaba.

– No, ya te escapaste una vez cuando seguías herido. –Dijo la castaña.

– No puedo quedarme aquí mucho tiempo.

– ¿Por qué?¿De qué tienes prisa? –Pregunto la mujer.

– Gaara está aquí, quiero pasar tiempo con él. –Dijo el chico.

– Esta bien, puedes salir. –Dijo Shizune.– Solo intenta no hacer movimientos demasiado bruscos.

– ¡¿En serio?!¡Muchas gracias! –Con eso el rubio comenzó a cambiarse, dejando su ropa del hospital y poniéndose una para salir a la calle.

En una sección de la torre del hokage, Sakura estaba adentro mientras tenía sus manos sobre un pez en la mesa. En un sillón cercano, Tsunade veía sus progresos.

– Vas bien. –Le dijo la rubia.– ¿Por qué no te tomas un descanso?

Sakura tomo al pez y lo puso en la pecera cercana.– No sabía que este lugar existiera.

– No existía hace unas semanas. –Dijo la rubia.– Veras como Hokage tienes el derecho a tomar una sala de la torre y convertirla en tu habitación de descanso.

– Oh, ya veo. –Exclamo Sakura.

– Es por eso que la torre es tan grande, se pensó en que varias generaciones de kages la usaran. –Comento Tsunade.

En otro lugar de la aldea, Akamaru correteaba alegremente siguiendo a una mariposa. Kiba y Shino estaban detrás de él caminando juntos.

– Es extraño verte salir a dar una vuelta con alguien. –Dijo Kiba.

– No tiene nada de extraño. –Le respondió Shino.– Es algo normal que hacen los equipos. Y dime, ¿Cómo estuvo esa misión?

– Oh bueno, fue genial. –Dijo el chico antes de ver al cachorro.– Estaríamos muertos de no ser por los refuerzos, debemos de volvernos más fuertes.

– No, dímelo todo, es parte de ser un equipo. –Le dijo el de los lentes oscuros. Kiba estuvo extrañado por esto.

– Oye ¿No estarás molesto porque fuiste el único que no fue? –Pregunto Kiba, Shino no le respondió.– Si lo estas. –Dijo el chico.– Te recuerdo que andabas en una misión chunin.

En el patio del complejo Hyuga, Neji y Hinata se encontraban intercambiando golpes. Hanabi estaba ahí viéndolo luchar, pero sin decir nada. Hanabi vio que su hermana ya no traía su típica chaqueta que nunca se quitaba, quizás porque ahora traía un hoyo. En su lugar, la peliazul estaba usando una camiseta manga larga negra que casi siempre usaba únicamente cuando entrenaba con ella. Neji también usaba otro estilo de vestir, traía una chaqueta similar a la que usaba antes de salir a la misión, pero ahora la traía abierta y por debajo de esta estaba la camiseta blanca con un símbolo de la aldea. En ese momento, Hiashi, su padre, salió al patio.

– ¿Cómo va su entrenamiento? –Pregunto.

– Neji-niisan va bien. –Dijo Hanabi.– Nee-san por otra parte... –La niña solo podía ver los golpes débiles de su hermana.– Tonta...

– No te preocupes por ella. –Le dijo Hiashi, Hanabi creía que se refería al entrenamiento, pero el realidad hablaba de otra cosa.– Tómense un descanso. –Ordeno el hombre.–No me gustaría que Neji usara eso como pretexto para un bajo desempeño en nuestro entrenamiento.

– No voy a tener un bajo desempeño. –Afirmo el chico.

En eso, Satsuki llego desde la entrada al patio. La chica usaba la camiseta negra que se había puesto durante las finales de los exámenes.– Buenos días. –Saludo la pelinegra.