Un diferente equipo 7(Sasuke fem)

Capítulo 82: El criminal más peligroso de Takigakure.

Al día siguiente, Fuu se reunió con sus compañeros de equipo en el campo de entrenamiento. Morio estaba debajo de un árbol con aura depresiva a su alrededor.

– ¿Qué le pasa? –Pregunto la peliverde.

– Ayer, por alguna razón, recordó que él fue el único del equipo que no paso a la tercera prueba. –Explico Junko.

– Ya entiendo ¿Y tú estás bien?

– Claro que sí. –Respondió Junko.– Te recuerdo que pase a la tercera prueba.

– Y fuiste derrotado por pechos. –Dijo la chica.

– ¡¿Que?!

– Naruto uso el jutsu harem y por eso quedaste inconsciente. –Dijo la peliverde.– Básicamente, fuiste derrotado por el poder de los pechos.

– Mierda... –Ahora Junko estaba a un lado de Morio con una nube de depresión igual.

– Jajaja –Hiro solo se rio un poco.– Bueno fue suficiente de juegos, hay que volver a entrenar.

Los tres chicos asintieron y fueron a pararse frente a su maestro.

– ¿Cómo fue en las negociaciones? –Pregunto Kankuro al embajador.

– No logramos que nos apoyaran. –Les dijo.– Aunque comprendo perfectamente sus razones. –El hombre estaba sentado mirando el jardín del hotel donde estabas alojados.

– ¿Cuándo partiremos? –Pregunto Temari.

– Mañana. –Le respondió el hombre.– Me gustaría que descansáramos un poco antes de volver a movernos. En especial porque entraremos a un territorio enemigo.

– Muy bien. –Kankuro se estiro un poco.– ¿Habrá problema si damos una vuelta?

– No creo que se quejen al menos que haya problemas. –Dijo el hombre.

En la mansión, Shibuki seguía revisando los documentos mientras le traían el té. El chico aún se encontraba un poco arrepentido. Quería ayudar en la guerra contra Otogakure, sin embargo, sabía que era algo que ellos no podían hacer, simplemente era demasiado para que ellos pudieran ayudar.

– ¿Hice bien en declinar la oferta? –Le pregunto al hombre que le trajo el té.

– La verdad, no sabría decir. –Respondió.– Es cierto que no tenemos el poder militar o económico para participar, pero al mismo tiempo, los que nos enteramos de la participación de Orochimaru en el ataque de Reiki estamos molestos con él y nos gustaría verlo pagar. No creo que hubiera una decisión correcta o que satisficiera a todos, sin embargo, de lo que estoy seguro es que tomo la que considero adecuada para la aldea.

– ¿Que hubiera hecho mi padre? –Se preguntó el chico.

– Creo que exactamente lo mismo que usted. –Dijo el hombre.– Tomar la decisión que considere más adecuada.

En los bosques de Takigakure, avanzaban dos figuras encapuchadas caminado tranquilamente.

– ¿Cómo entraremos Kakuzu-sama? –Pregunto un chico de 15 años con cabello castaño y una espada en la espalda.

– Antes de crear el sistema de transporte, entrabamos sumergiéndonos por una cueva debajo de la cascada. –Dijo Kakuzu.– Sin embargo esto no era sencillo para los comerciantes y civiles, así que pensamos en algunas alternativas para entrar. Yo tuve una idea, usar el árbol. Nunca se concretó, pero un pequeño grupo logramos crear una serie de pasadizos por el interior del árbol. Es un laberinto que nadie más podría descifrar.

– Va veo. –Exclamo el chico.– ¿Cuál va a ser el plan?

– Ellos me odian, así que entrare llamando la atención. –Dijo el hombre.– Te apuesto a que enviaran a todos a atacarme. En eso, tú te dirigirás a la casa del líder donde se guardan los pergaminos y los tomaras.