Un diferente equipo 7(Sasuke fem)

Capítulo 85: El país del mar 1.

Dolor, Anko estaba sintiendo mucho dolor en el momento. Tanto dolor que no podía dormir, lo cual no era ayudado por la tormenta que estaba ocurriendo justo afuera. Era ese maldito sello de Orochimaru, el que el hombre le había puesto y le recordaba lo estúpida que había sido. Cuando por fin la mujer pudo dormir, empezó a tener imágenes extrañas por su cabeza, era un mar y después paso a una cabaña en donde sentía mucho dolor en su cuello ¿O era el de la actualidad? Como fuera Anko no pudo soportarlo más cuando escucho una risa en su cabeza, la risa de su antiguo maestro.

La mujer se despertó hiperventilada y llevando su mano a la fuente del dolor, no era algo nuevo que el sello se "despertara" cada cierto tiempo, por lo general cada 3 meses más o menos, a veces 4, pero nunca le había pasado como esa noche, la última vez que le dolió sello fue hace solo un mes y por primera vez tuvo esa... "pesadilla" por no encontrar un mejor nombre para lo que acaba de ver.

– Carajo. –Exclamo la mujer.– No creo que me pueda volver a dormir. –Justo en ese momento se escuchó un trueno.– Entre la tormenta y esa cosa no me van a dejar. Sería bueno que revisara las tácticas del equipo ya que estoy despierta. –Se dijo levantándose de la cama y caminando desde su habitación al comedor.

El departamento de Anko era espacioso, aunque ella no lo había comprado por eso sino por su ubicación; Estaba justo en medio de los 3 mejores puestos de dango o como ella le llamaba "El triángulo del Dango". El pagarlo fue muy fácil con su sueldo de jonin y la paga extra por varios exámenes. Aun así, algunas veces se sentía vació, estaba pensado para que dos personas vivieran en él y aunque pensó en buscar a un compañero o compañera, considerando su reputación no creía que fuera a tener éxito.

– Odio cuando llueve... –Exclamo Tsunade mientras usaba un abanico para echarse aire. Ya estaban a mediados de septiembre y había comenzado a dejar de hacer calor, sin embargo, cada vez que llovía la humedad se quedaba en el ambiente y provocaba que la aldea estuviera sofocada.

Shizune entro por la puerta cargando a Tonton en los brazos.– Tsunade-sama.

– ¿Qué ocurre? Por favor dime que no tienes más papeleo. –Suplico la rubia, papeleo y el ambiente sofocado por la humedad no eran una buena combinación.

– No, es por otro asunto. –Respondió la de cabello castaño.– Es Danzo-sama.

El escuchar ese nombre tenso ligeramente a Tsunade. Sabía que Danzo no era su enemigo, de hecho era un aliado muy poderoso de la aldea e increíblemente respetado. Sin embargo, había algo que no le gustaba respecto a él, desde que lo había visto por primera vez tenia este presentimiento respecto a al hombre que le decía no confiara del todo en lo que hacia. Ahora que era Hokage ese presentimiento solo había incrementado lo cual hacía difícil el tener que relacionarse con el hombre.

– Déjalo que pase. –Ordeno la mujer preparándose para recibirlo. Deseaba tener al menos una botella de sake escondida para poder soportar mejor la reunión.

El hombre entro a la sala con esa aura de desconfianza que Tsunade siempre percibía cuando lo veía, aunque no había tenido las pruebas para hacerlo. La mujer se puso firme mientras veía al hombre sentarse.

– ¿A qué se debe el honor el de esta reunión? –Pregunto Tsunade.

– No son necesarios esos formalismos, aunque son apreciados. –Dijo Danzo.– Vengo a ayudarte con el problema de tu pequeño experimento.

– ¿De que estas hablando?

– Se muy bien que formaste un equipo de inteligencia, pero no les has asignado una misión. –Dijo el hombre.– Tengo una para ellos.

– Espera, si es algo que involucra a RAIZ o poner a Naruto bajo tus ordenes te detendré ahí mismo. –Dijo la rubia.– No va a pasar.

– Esto no tiene nada que ver con RAIZ o el jinchuriki. –Le respondió Danzo.– Mis intenciones son únicamente el bienestar de la aldea.