Fin

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Minseok pensó que ya iba siendo hora de dejarle ganar a Jongdae, y es que las peleas continuaron durante meses a pesar de que estaban en una relación, y aunque esa rutina la amaba Minseok y sabía que Jongdae también, el pobre comenzaba a estresarse porque no había manera de ganarle. Minseok notaba como las habilidades de pelea de Jongdae eran mucho mejores que antes, había mejorado gracias a las intensas peleas llenas de golpes, patadas y demás, pero ya era hora de darle un respiro a su novio.

Habló de eso con Luhan, quien estuvo de acuerdo, solo que le recordó hacerlo bien porque si Jongdae descubría que se había dejado ganar, se enfadaría muchísimo, y un Jongdae enfadado con Minseok significaba un Jongdae enfadado con el mundo y un Minseok deprimido, por lo que Minseok lo pagaría con todo el mundo también.

Nadie quería eso, nadie; ni siquiera Luhan.

Por eso, Minseok pensó durante días en la mejor manera de dejarse ganar y pensó que lo mejor era pelear como siempre y, en algún momento, dejarse dar esas veces que Jongdae iba directo a lugares muy dolorosos como el estómago, por ejemplo. Sí, esa era la mejor idea, aunque también estaba el tema de la apuesta. Minseok, desde que salía con Jongdae, la cambió. La apuesta ahora de Minseok era que si ganaba, tendrían sexo en un lugar público – Jongdae creía que Minseok tenía un extraño fetiche por hacerlo en lugares donde podrían verles – pero Jongdae no cambió la suya.

Por lo tanto, si ganaba, Minseok tendría que hacer lo que Jongdae quisiera por un mes y conociendo su retorcida mente, a saber que le hacía hacer.

En fin, todo fuera por dejarle ganar.

-Entonces... ¿Peleamos? –Cuestionó Jongdae –Por mi bien, hoy te derrotaré de una maldita vez, no hay manera ¿Estás hecho de hierro o algo?

-Quien sabe –Rió Minseok –Pero has mejorado mucho, eso debo reconocértelo.

-Por supuesto –Dijo orgulloso de sí mismo –No he peleado tanto en mi vida como estos últimos meses.

Minseok rió asintiendo, ni él había peleado tanto desde que conoció a Jongdae, evento que recordaría siempre, por supuesto, en lo más profundo de su corazón y que jamás podría olvidar. Jongdae había llegado para quedarse, y Minseok se aseguraría de que fuera de esa manera, aun si tuviera que sacrificar ciertas cosas; Jongdae valía la pena.

-En serio, chicos ¿No os aburre esto? Es la relación más extraña que he visto –Dijo Baekhyun –Peleáis más que Channie y yo, y eso es mucho decir.

-Nuestra relación nos gusta tal y como es –Dijo Minseok –Sino no sería una buena relación.

-Jamás pensé que diría esto pero estoy de acuerdo con Minseok.

-Gatito, es normal, eres mío después de todo.

-Que te den.

-Yo solo quiero decir que mientras nadie se rompa nada, por mí como si os pasáis peleando un día entero –Habló Kyungsoo.

-Oh, vamos, no lo digas como si ellos no te importaran –Rió Baekhyun –Tienes tanto corazón como nosotros.

-Quizás por eso se sonroja siempre que Jong In se le acerca –Se burló Chanyeol.

-¡Morid, idiotas! –Gritó.

Después de aquello, Minseok y Jongdae comenzaron a darse golpes y pelearse como si hasta hace una hora no hubieran estado besándose amorosamente, con Jongdae encima del regazo de Minseok, abrazados; como si no se amaran o como si no fueran pareja desde hacía meses. En sus peleas, todo se olvidaba para después seguir como si esa pelea no hubiera pasado, cumpliendo con la apuesta acordada.

The Last Fight - XiuChen/ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora