LA REDENCIÓN DE ELLOS

EL DESEO DE LUCIUS

_ Aunque, si la deseas tanto podría hacer arreglos_ Voldemort sirvió vino en una copa.

_ Pues tanto como desear_ Severus sonrió de lado_ es simple curiosidad. Fué mi alumna y era la amiga del chico Potter. Creí adecuado tal arreglo.

Voldemort se sacudió una mano_ Voy a pensarlo Severus. Me has servido muy bien y mereces ser recomensando por ello, aunque quusa los arreglos no te agraden del todo.

Severus celebró en su interior_ gracias mi señor.

_ Por el momento espera mi decisión_ Voldemort lo despidió.

_ Como desee Mi Lord_ Severus se levantó e hizo una ligera reverencia.

Voldemort se levantó de su asiento cuando Severus salió.

Su cuerpo estaba recuperado, pero se había quedado en esa casa porque no estaba motivado a volver a Londres.

Deseaba algo cuando ingreso a ese cuerpo pero pronto supo que era placer físico. Y sin embargo, ninguna de las doncellas lo satisfacia. No sentía ningún placer con ellas.

Eso lo tenía frustrado.

LV/HG

Lucius llegó a su Mansión después de un día de trabajo en una de sus empresas.

Inmediatamente fué hasta una de las habitaciones del tercer piso que tenía asignada para ella.

Draco lo vió subir las escaleras con urgencia. Hizo una mueca porque sabía a donde se dirigía con tanta premura.

Lo molestaba sobremanera que su padre tuviera acceso a ella y el, siendo su hijo no lo tuviera.

Voldemort le había negado la petición de tenerla pero a su padre se la concedió sin miramientos.

Miró escaleras arriba cuando su padre quitó el encantamiento para pasar al tercer piso y apretó las manos.

Había deseado a Hermione Granger desde tercer año cuando le dió el puñetazo.

Pero ahora su padre la tenía.

LV/HG

Lucius entró a la habitación inundandose de el olor fascinante que ella despedia.

Hermione estaba mirando por una ventana hacia el horizonte.

Lucius se quitó el saco de su traje y lo dejó caer descuidadamente en el suelo igual que su corbata.

Él llegó hasta ella y la abrazó por la espalda_ te extrañé_ le susurró al oido.

Hermione se giró para estar frente a él y bajó los tirantes de su bata. Sabía muy bien lo que Lucius quería y a ella ya no le importaba. A eso se había reducido su existencia. No poseía mas una varita ni su libertad.

Había aceptado que su destino seria este a donde fuera y era mucho mejor este destino. Lucius no la había dañado en absoluto. No la había forzado entre comillas a nada.

Tenía comida, un techo, una cama confortable pero no tenía contacto con nadie que no fuera él.

_ No sabes cuanto te deseo Hermione_ Lucius le susurró acostandola en la cama.

_ Tu siempre me deseas amo.

_ Es verdad_ él admitió_ Si mi esposa no estuviera muerta la hubiera matado yo mismo.

Hermione suspiró cuando Lucius le retiró la ropa interior_ mañana te quiero ver con el vestido que te compré.

_ Cual de todos?

_ El rojo_ Lucius dijo en tono grave de voz besando sus pechos y amamantandose de ellos.

Hermione cerró su mente mientras Lucius se saseaba de su cuerpo.

Se permitió sentir deseo para mojar su centro para hacer mas fácil la penetración de Lucius.

_ Por Salazar Hermione, eres deliciosa.