Día en casa. {A.G}

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Personaje: Ariana Grande.
Temas: Amor.
Advertencias: contenido homosexual, leve uso de vocabulario soez, smut.

P O V's Ariana

Se veía jodidamente bien con esos shorts y ese bra, ambos color negro.

Y mejor no seguía con su físico porque si no, no terminaba.

—¿Qué tanto miras Ariana? —preguntó  ____ con una media sonrisa, mierda es demasiado sexy.

—A tí. —respondí como si nada.

—Oh, que descarada señorita Grande. —habló ella con la voz ligeramente ronca.

____ se giró y abrió la nevera, sacando un refresco para beber, dejándome ver la misma vista que la vez anterior.

Había estado haciendo ejercicio, y no solo lo sabía por qué estuviera sudada ahora mismo, si no porque su cuerpo estaba tonificado, y yo conocía muy bien ese cuerpo, tanto como el mío.

Me acerqué a ella y le abracé por detrás, depositando un beso en su cuello, lo que provocó que se estremeciera ante el contacto, es tan linda.

—Te estremeces muy rápido. —le susurré al oído, consiguiendo así que solo ella pudiera oírme a pesar de estar la casa desierta.

—Te equivocas cariño —se giró y colocó sus brazos sobre mi cuello, para darme un leve contacto de labios y decir—: me haces estremecer muy rápido. —corrigió mi novia con descaro, depositando otro corto beso sobre mis labios.

—Oh, ¿Ahora soy yo la culpable de tu comportamiento ____? —pregunté despacio para terminar mordiéndome el labio inferior con sensualidad.

Una sonrisa tiró de sus labios; había captado su atención, si es que no la había captado ya antes.

—Sí —dijo ella finalmente mientras elevaba una ceja de forma curiosa—. ¿O acaso quieres que otra persona me haga sentir como me haces sentir tú, Ariana? —indagó, mordiéndose el labio inferior.

Coloqué mis manos en su trasero y lo alcé, por lo que ella entrelazó sus piernas en mi cadera dándose un poco de impulso.

—Nunca. —dije de forma seria, o más bien aparentándolo.

—Tampoco creo que pudieran conseguir lo que consigues tú en mí. —finalizó la conversación, uniendo su boca con la mía, mientras sus manos se colaban en mi camiseta en busca de más contacto con mi piel.

La coloqué de manera en la que pudiera apoyar su espalda contra la nevera y así, estar más cómoda, siempre sin romper el contacto.

—Dios, ¿Sabes lo terriblemente sexy que te ves con ese bra y esos shorts? —pregunté sobre sus labios.

Sus manos formaban figuras abstractas sobre mi abdomen, también bien formado, yo también debía mantenerme en forma.

—No —respondió ella con voz profunda, empezaba a tener efecto sobre ella—, demuéstramelo. —exiguió.

Y tanto que te lo voy a demostrar.

Mordí su lóbulo, porovocando que un gruñido gutural saliera de lo más profundo de su garganta. Jugué un rato con este, hasta que me cansé y fui directa a su cuello, en el cual dejé una fila de mordidas —con marca— hasta llegar a su hombro, dónde dejé un chupetón bien vistoso, y pasar a su clavícula, en esta estuve otro rato, torturándola y sacándole gemidos de placer junto a suspiros.

Dejé una serie de besos hasta llegar a sus abdominales siguiendo una serie de secuencias: sus lunares.

Besé todos y cada uno de ellos, un día ____ me dijo que los odiaba, que en su cuerpo abundaban demasiados, y desde entonces me doy el gusto de besarlos todos y contarlos. Tiene veintitrés contados.

𝕺𝖓𝖊 𝕾𝖍𝖔𝖙 𝖋𝖆𝖒𝖔𝖘𝖆𝖘 𝖞 𝖙𝖚 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora