Capítulo 10

766 120 19
                                    


Capítulo 10

Los ojos grises observaron con leve interés a unos estudiantes que pertenecían a la casa del tejón en uno de los carruajes. Las mejillas de dos de las adolescentes se ruborizaron al percatarse de que eran observadas, los nervios las hicieron romper en risas tontas antes de alejarse.

Miró su reloj y se percató de que había llegado con 20 minutos de anticipación.

Tendría que esperar, fue su error.

— ¿Tu cita te dejó Malfoy?

Sólo necesitó escuchar la odiosa voz para concebir una imagen en su mente de Weasley y efectivamente era él acompañado de la sangre sucia, no pudo evitar hacer una mueca al percatarse de la apariencia que tenían.

—Claro que no, pero ahora que lo dices ese debe ser un problema tuyo. ¿Sigue pasando Weasley?

Observó el rostro de Weasley volverse del tono de su cabello, parecía un perro rabioso con el ceño fruncido, la nariz arrugada y los dientes apretados.

—Qué asco de rostro Weasley—se volteó—haz el favor de largarte.

Dio un breve vistazo a su reloj de bolsillo escondido en su gabardina, manteniéndolo lejos de la vista de Weasley o Granger, aún faltaban 10 minutos.

—Vámonos Ron—escuchó.

—Sí Weasley, obedece a tu noviecita—habló con sorna.

—Salúdame a Parkinson, claro... si es que viene.

—Ron, ¡detente!

Después de unos minutos escuchó el sonido del metal del carruaje al ser abordado.

Fijó su mirada en el enorme portón de la entrada de la escuela para encontrarse con Harry caminando hacia él con un bolso negro cruzado.

Harry miró hacia el carruaje y se encontró con Weasley mirando con desconcierto hacia ellos.

¿Qué esperaba Weasley? ¿Un saludo?

— ¿Y el bolso, Harry? —preguntó con una sonrisa en sus labios.

—Para comprar ciertas cosas.

—Planeas vaciar las tiendas—bromeó.

Harry sonrió tenuemente y deslizó su mano derecha por sus cabellos, una acción que realizaba cada vez que estaba nervioso y que compartía con su progenitor.

—Estoy intrigado, mi padre detesta todo lo relacionado con las artes oscuras.

Caminaron hasta llegar al carruaje que estaba detrás del que ocupaba Weasley. Harry subió primero y se acomodó en uno de los asientos mientras que Malfoy hacía lo mismo a su lado.

Draco notó la mirada persistente de Weasley sobre ellos.

— ¿Qué sucede Weasley, a caso nunca has visto a dos magos decentes frente a ti? —pronunció con la voz cargada de sarcasmo—si deseas puedo darte una foto para inmortalizar el momento. Estoy seguro de que Harry aceptaría si lo pides amablemente.

Miró a Draco y no pudo evitar la sonrisa en su rostro al ver a Weasley.

Si bien Weasley era un sangre pura no podía hacer alarde de ello humillándolo en el proceso debido a la presencia ahora indeseada de Granger.

Eran unos hipócritas, al menos Draco no fingía ser un protector de los hijos de muggles.

—Sucia serpiente rastrera.

—Harry, por favor—gimió—dile a Weasley que se detenga.

Harry por primera vez quiso romper en carcajadas como Malfoy lo hacía, aunque sólo rió un poco.

El príncipe mestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora