Capítulo 16: Esperanzas vacías.

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Capítulo 16: Esperanzas vacías.


La serpiente negra se incineró ante sus ojos y de alguna extraña manera se sintió decepcionado como si esta hubiese sido un hermoso regalo con el que empezaba a jugar y se lo arrebatasen antes de tocarlo.

—Demoraste, pociones no es complicado para ti—le reclamó.

No tenía ganas de hablar ni mucho menos dar explicaciones, sólo quería dormir.

Draco era como un catalizador de sus emociones, años y años de letargo y tranquilidad destruidos en menos de un segundo. Sentía tanto, no entendía cómo otros podían lidiar con ello y la mayoría de ellos no eran buenos.

Había estado a un paso de acompañar a Nott y si eso hubiese pasado su abuela se habría preocupado. Ella tenía suficientes preocupaciones con su padre para abrumarla con las suyas también.

—No vas a contestarme.

Se tendió en la cama mirando hacia la cabecera donde había ubicado el cuadro temporalmente.

Necesitaba vaciar su mente, necesitas vaciar tu mente, de alguna manera era como un susurro, quizás algo que alguien le había dicho.

Pensaba en la suavidad de la colcha, lo bellos que eran los hilos de plata que adornaban la tela.

Pensaba en todo y en nada.

— ¡Harry, no vas a contestarme!—le reclamó.

Sus mejillas estaban rojas, sus manos convertidas en puños, el ceño fruncido.

La verde mirada se posó en él tanto cómo había deseado, pero el arrepentimiento le llegó pronto al ver su expresión.

Él no era real...

Él sólo era...una imitación de Draco Malfoy, sólo era una imagen en un cuadro, un poco de pintura y la rara incidencia de una explosión de magia accidental provocada por un adolescente.

Sin percatarse las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos y una horrible sensación nació en su pecho.

No.

Un Malfoy nunca lloraba y menos por un sucio mesti...

—Lo siento, Draco.

La calidez que sólo era reservada para él se mostró en esos ojos e inmediatamente aquel dolor en su pecho desapareció.

—No sé si perdonarte, Harry.

La tensión abandonó su cuerpo y la sonrisa ladeada sólo confirmó la falsa amenaza.

—Lo lamento Draco, perdóname por favor—le rogó juntando sus manos con un tono juguetón.

Quizás algún día Harry le daría compañía en esa fría y eterna noche, quizás algún día se armaría de valor y se lo pediría.

Si él fuera real...

Si él fuera real daría su vida por Harry.

Si él fuera real podría tocarlo.

¿Qué se sentiría rozar su mano, sentir el calor de su cuerpo, dormir abrazados?

Él sólo deseaba estar a su lado.

—Tendrás que darme algo.

—Claro—respondió con una sonrisa.



Habían pasado dos semanas desde que no veía a Harry, dos semanas que no la buscaba, dos semanas en las cuales no hablaban.

El príncipe mestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora