Capítulo 24: Preparativos.

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Notas del autor: 

Quería decirles que si me demoro demasiado en actualizar quizás pueda ser que mi laptop me abandonó y voy a demorar en adquirir una nueva (esperemos que no). Estoy pensando en hacer un blog en tumblr para hacer un resumen del fic para los que lo necesiten entre otras cosas.

Díganme que tal les parece, déjenme un comentario o crítica, voy a estar gustosa de contestarles.

Capítulo 24: Preparativos.

El ambiente festivo invadía la escuela, podías notarlo en las sonrisas constantes plasmadas en los rostros de los estudiantes, las risas contagiosas, el tedio de algunos prácticamente había desaparecido con la llegada de nuevos rostros y la oportunidad de apreciar un espectáculo que había atraído la atención de la prensa.

El torneo de los tres magos prometía gloria, fama y fortuna para el campeón que alzase la copa.

Pancartas, banderas, listones, emblemas con los colores, nombres, rostros de los participantes del torneo que indicaban su afinidad.

Los de su casa apoyaban a Viktor Krum a pesar de pertenecer a Durmstrang ya que compartía su preferencia por la magia negra y el linaje casto.

Krum a sus ojos era un campeón más digno, similar a ellos contrario a Diggory que creía y apoyaba las ideas de Dumbledore, un Hufflepuff bonachón, amante de muggles, tan odiados por los de Slytherin.

— ¿Diggory luce nervioso no? —preguntó.

Theo sostenía en su mano uno de los pins ahora tan populares en Hogwarts que habían sido repartidos en tiempo record hace unos pocos días y ahora casi todos lo poseían.

El nombre de Viktor Krum aparecía en mayúsculas para luego desvanecerse y proyectar su figura en medio de un campo de quidditch.

—No lo sé—respondió.

Un grupo de estudiantes pertenecientes a la casa del tejón pasaron por su lado mostrando sin ningún tapujo su creciente desdén hacia ellos, al parecer incluso un Hufflepuff puede sentir desagrado por otro.

— ¿Vas a ir? —preguntó girando el pin en su mano.

—Tengo.

— ¿No vas a contarme para qué te quería el profesor cuando te llamó?

Ambos se detuvieron a unos cuantos pasos para llegar al salón de aritmancia, iban temprano debido a eso el pasadizo se encontraba vacío.

—Ya deberías saberlo—respondió.

—En realidad no, quién iba a pensar que Zabini resultaría ser alguien tan discreto.

Nott sonrío aunque no desprendía ni un atisbo de alegría.

—Quiero escucharlo de la boca de mi amigo.

Las notas y fórmulas que había memorizado en la noche dejaron de hacer eco en su mente, alzó la cabeza un poco para ver a Nott y recién cayó en cuenta que la diferencia en sus tamaños no parecía reducirse a pesar de su crecimiento.

Sus ojos no dejaron de observar su rostro logrando que el otro rompiese el contacto visual para luego alzarse intentando hacerse ver más grande.

— ¿Te encuentras bien? —inquirió acercándose un poco más.

El verde en su iris se encendió haciendo resaltar las sombras en ellos, aquellos pigmentos con una baja distribución de melanina se hicieron visibles tornándose de un color negro.

El príncipe mestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora