Sara
Entre con algo de timidez y esperé que Kennet pasara para seguirlo. Caminamos por un pasillo el cual tenía muchas puertas, supongo que han de ser otras habitaciones, y nos detuvimos al final para dar paso a lo que era el salón.
En un sofá de espaldas pude ver a dos mujeres, una de cabellera rubia y otra de una cabellera rojiza bastante conocida para mí, podía asegurar que pertenecía a la madre de Kennet.
Deje escapar un poco de mi respiración retenida debido a la inseguridad que tenía de conocer a su familia más cercana, tener a la madre de Kennet me era mucho más cómodo.
-Ya llegamos- anunció Kennet cuando cruzamos el umbral de la puerta.
Ambas se voltearon y efectivamente era la madre de Kennet, y a la chica de al lado era más joven y nunca la había visto, pero deduje que era la hermana de Kennet, aunque no se pareciera mucho a sus "hermanos".
- ¡Que alegría que estén aquí!, bienvenidos- dijo la madre de Kennet y se acercó.
-Hola, soy Ninoska. Es un placer conocerte finalmente- se presentó la chica rubia y no me dio tiempo de presentarme ya que me dio un abrazo bastante fuerte. Cuando me soltó pude verla mejor, era una chica preciosa. Parecía ser más joven que sus hermanos y tenía un aire a ser una persona muy simpática.
-Soy Sara, mucho gusto.
- ¿Cómo estás querida? - preguntó su madre saludándome de la misma manera afectuosa que su hija.
No sé si Kennet sabía, pero me había visto varias veces con su madre a petición de ella, y para ser sincera, me sentía muy cómoda al lado de ella, tal vez porque podía ver a mi madre en ella.
-Muy bien, afortunadamente- contesté.
Kennet dejo el porta bebés en el suelo con intención de desabrochar lo para sacar a Danielle.
-Quítate, quiero verla- exigió Giancarlo. Carcajeo cuando Kennet gruñe al momento en que ve que su hermano se acerca sin temor.
-Espera un momento, imbécil. Te advierto que no acaparas a mi hija.
-Ya veremos, hermanito.
Kennet levanta la manta que cubría el porta bebés y Ninoska dejó escapar un grito, tapándose de inmediato su boca.
-Es pelirroja... como mamá- susurro evidentemente sorprendida. - Pensé que mis bebés podían heredar tu cabello mamá, pero ya veo que esta pequeñita corrió con esa suerte.
-Es como una pequeña calabaza, quiero ser el primero en cargarla- dijo Giancarlo embobado.
-No vuelvas a comparar a mi hija con una calabaza, por favor.
En el corto tiempo que llevaba aquí me había dado cuenta que a Giancarlo le encantaba molestar a Kennet y viceversa, y que sólo dejaban de pelear en cuando su madre los retaba. Parecían dos críos y su relación me causaba risa.
Finalmente, Kennet desabrocho el porta bebes y vi como no muy a gusto le entrego la bebé a su hermano.
-Yo quería ser la primera en cargarla. - Ninoska en señal de disgusto hizo un mohín.
-Ya habrá mucho tiempo, hija. La niña aun no los conoce por lo que podría asustarse y me gustaría evitar eso.
-No me queda más que aceptar- afirmo. Se dio vuelta para mirarme con una sonrisa amable- Espero que mi hermano te haya comentado que acabo de tener dos bebés.
-Sí, lo hizo- confirme. Mire a Giancarlo que aún tenía a Danielle en brazos, Kennet me miro emocionado y yo sólo le sonreí.
-No es tan olvidadizo después de todo. No quise bajarlos porque aún encuentro frío el primer piso, pero ya necesito ir a ver cómo están ¿me acompañarías?
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El Jefe, mi mayor error.
RomanceMi jefe se intereso en mi, pero vamos, que no de una forma sentimental, más bien sexual. Mi vida por un momento fue emocionante, salía con Kennet, nos divertíamos juntos y probé cosas que jamás se me hubieran pasado por la cabeza hacer. Aún que toda...