El Jefe, mi mayor error.

Capítulo 15 +

Sara

Sentí cierta tensión en el ambiente después de que Charles se fuera. 

-Estoy dolida- dije simplemente ante la cara de preocupación de mi madre.

-Nunca quise hacerte daño, pensé que sería mejor para nosotras, mejor para ti el que no estuviera en tu vida...

-Mamá, ¿sabes? ya no quiero hablar más de esto, dejemos el tema de lado. Quiero disfrutar los últimos tres días que me quedan junto a ti antes de volver a mi día a día. 

-Esta bien -suspiró- solo quiero hacerte una última pregunta. 

Asentí.

-Se que es muy pronto para preguntar, si no quieres no respondas, pero quiero saber que sucedió con el padre de mi nieto- dijo. No me sentía preparada aun para hablar del tema, pero era mi madre y sentí cierta obligación por contarle. 

-Bueno, su papá es mi jefe. 

-¿Que?- preguntó- ¿tienen algún tipo de relación tú y él?

-Había atracción entre nosotros, yo sentía algo más por él pero al parecer para él fue solo algo pasajero- dije restando le importancia, aun así algo en mi pecho seguía doliendo al recordarlo.

-¿O sea fue algo de una noche me estas queriendo decir?

-No fue algo de una noche, estuvimos saliendo por unos meses, todo parecía ir bien hasta que me di cuenta que había quedado embarazada y el me trato fatal cuando le conté sobre la noticia. Desde ese día nuestra relación es solamente laboral y formal, sinceramente lo prefiero de esa manera.

Mamá por unos instantes se quedo quieta, pensando tal vez.

-¿Entonces el no quiso hacerse responsable del bebé?- note cierto tono agresivo en su voz.

-Si, sus abogados redactaron un documento en donde él no se haría cargo de las necesidades del bebé y donde negaba su paternidad, aparte de no entrar en ninguna herencia que el deje, como si me importara su estúpido dinero. 

-¡Ese desgraciado!- exclamó mi madre

-El piensa que tenía intensiones de quedar embarazada para que el me diera dinero por el bebé y lamentablemente todo termino muy mal entre nosotros, pero creo que soy yo la que lamenta todo lo que sucedió ya que el sigue con su vida como si nada- dije con lagrimas en los ojos.

-Cariño no sé si sea lo más sano para ti el estar cerca de él y más aun considerando que tienes sentimientos fuertes por él. No quiero que tú ni mi nieto estén bajo ese ambiente. 

Tal vez mi madre tenga razón y sea lo mejor para nosotros alejarnos de él, dejando de lado mi sueño por surgir y demostrarle a Kennet que muy bien podría cuidar de mi hijo, me sentía débil y con la incertidumbre si podría superar esto realmente.

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-Mira esto, por favor lo comprare- murmuró mamá, yo solo rodé los ojos. Habíamos entrado a una tienda de bebés y ya tenía el carro lleno. Había aceptado venir con mi madre a comprar porque me aburría en casa, pero no pensé que me arrastraría a la primera tienda que se nos cruzará.

-Mamá te dije que quiero comprarle sus cosas más adelante.

-Bueno no sé para que te pregunto si lo comprare igual para mi nieto- dijo encogiéndose de hombros.

-Vale mamá has lo que quieras- me separe de ella y me fui por el pasillo de las cunas, observe por bastante tiempo la que más llamo mi atención por lo hermosa que era. Me acerque hasta ella y casi me desmayo al ver el valor, rayos tendría que ahorrar dinero para comprarle algo parecido.

Sentí como mi estomago se revolvió y rápidamente tape mi boca, ya sabía lo que venía. No le alcance a avisar a mi madre por lo que salí de la tienda. Corrí por los pasillos del centro comercial y por la mala suerte mía choque contra alguien.

Más atenta Sara, me dije a mi misma.

-Ehh lo siento- me disculpe. Di una mirada rápida al chico con el que había chocado y entre rápidamente al baño de mujeres para comenzar a expulsar todo de mi estomago.

Sentí como comenzaron a acariciar mi espalda y pensé que era mi madre, pero después me di cuenta que las manos eran muy grandes para ser las de mi madre. Sin mirar aun a mi acompañante cuando ya me sentí segura de que la ola de vomito había terminado, saque papel y me limpie la boca. Quería estar presentable ante el desconocido y para cuando creía que lo estaba alce la mirada.

Era el mismo chico con el que había tropezado.