Sara
Me tensé inmediatamente y apegué más a Danielle hacía mí ¿Qué padre podría dañar a su hijo sin importarle que consecuencia traería ese acto? Definitivamente John no era una persona cuerda.
No comenté mí opinión mientras hablaban. Lo único que pensaba era que me lo esperaba, con todo lo que me habían contado Magdalena y Ninoska del comportamiento de John, era algo de lo que podrías dudar, era algo predecible, mas no dejaba de sorprenderme.
- ¿Podremos tomar alguna acción legal contra él? –preguntó Ninoska. – ¿O podría ganar algún caso con el argumento de no estar bien psicológicamente hablando y por eso hizo lo que cometió contra Kennet?
-Sería lo mejor para él irse con ese cuento para no arriesgarse a sufrir cargos más graves. Ahora, lo que más me preocupa a mí en este momento es que él está suelto y podría atentar contra cualquiera de ustedes.
Magdalena paso sus manos por su rostro en un claro gesto de preocupación y observe como sus manos comenzaban a temblar, enseguida le recomendamos que se sentará. No podía imaginar cómo se estaba sintiendo en estos momentos. El hombre que alguna vez amo y quien era padre de sus hijos, había dañado gravemente a uno de ellos. No podía entender que había visto Magdalena en un hombre como John.
-No puedo creer que esa mierda haya venido a perturbar nuestra paz –se lamentó Ninoska. Tomó a Gabriel y se sentó a mi lado. - ¿Ahora tendremos que quedarnos encerradas hasta que aparezca?
-No sería una mala idea.
-Disculpa, pero yo lo haría –dijo Magdalena y nos miró a Ninoska y a mí. –Creo que por nuestra seguridad y la de los niños evitaría salir por cosas que no sean necesarias.
-Me da rabia tener que resguardarnos porque estamos amenazadas por ese demente. No es justo.
-No es justo, pero es necesario. Solamente será por un tiempo –replicó su madre.
-Podemos asignarles guardaespaldas –opinó Alan. –En especial a Sara que debe salir todos los días a trabajar.
Los tres se quedaron viéndome ante mí silencio durante toda la conversación.
- ¿Qué piensas, cariño? –pregunto Magdalena y posó una mano sobro la mía.
-Creo que –respiré profundamente –Estoy de acuerdo con ello.
-Claro que si –me sonrió, alargó su mano y acarició el cabello de Danielle, luego suspiró. –Por favor Alan, encárgate de asignar a una persona de confianza.
-Por supuesto, no se preocupen.
Alan se despidió y Ninoska lo acompaño hasta la salida. Luego, La rubia se asomó por la entrada de la sala.
-Comenzaré a preparar la cena, si quieren ayudarme las esperó en la cocina –expresó Ninoska y nos guiño el ojo.
Danielle estaba cayendo en un profundo sueño, mas sus ojos se resistían a cerrarse completamente. Los mellizos se mantenía entretenidos con sus juguetes.
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El Jefe, mi mayor error.
RomanceMi jefe se intereso en mi, pero vamos, que no de una forma sentimental, más bien sexual. Mi vida por un momento fue emocionante, salía con Kennet, nos divertíamos juntos y probé cosas que jamás se me hubieran pasado por la cabeza hacer. Aún que toda...