❝LUNA'S Kinder❞ LOONA

❀Suplente❀

▫️Jihyo Profe

Hey

¡Hola! ¿Cómo sigues del resfriado?
✔️✔️

No he mejorado

Justo para eso te escribía. Necesito que me hagas un favor.

Para servirte
✔️✔️

¿Recuerdas aquella vez que me comentaste que estabas harta de los niños, que querías un descanso?

Sí, recuerdo haber dicho eso
✔️✔️

Pues, con la gripe que me cargo, no puedo ir a dar clases sin descuidar a los niños

Ajá
✔️✔️

¿Será que me puedes cubrir el Lunes?

Será un completo placer
✔️✔️

...

Unos pasos fuertes resonaban por los pasillos de la escuela, haciendo a todos los niños parar lo que estaban haciendo para mirar de donde venía.

La mujer, con mirada firme, hacía callar a todo niño que estaba a su alrededor. Segura y con una sonrisa, hizo su camino hasta el edificio de preescolar.

Todos los pequeñines hicieron silencio cuando los tacones negros de la suplente resonaron por el salón, tirando sus libros y cosas a la mesa. La mujer caminó hasta el frente de la clase, observando a todos los niños por separado con seriedad.

Fue casi de inmediato que su expresión severa se convirtió en una dulce sonrisa, haciendola ver menos aterradora a pesar de su vestimenta.

-¡Buenos días, niños! - todos los pequeños se pusieron en sus lugares - Mi nombre es Jisoo y-

-¡Pofe, pofe! - un niñito la interrumpió - ¿Dónde edta pofe jihyo?

-Profe Jihyo está enfermita, chicos - contestó con paciencia a pesar de la interrupción - Así que me pidió que los cuidara solo por hoy, ¿tienen alguna pregunta, dulzuras?

-¡Pofe Jichu! - una niña levantó la manita desde la fila de atrás, dando pequeños saltitos - ¿Cuánto' año' tiene?

-Tengo 27 años - la chica sonrió antes de darse la vuelta para sacar una bolsita rosa de su mochila - Bien, Profe Jihyo me dio cartelitos con sus nombres, así que cuando los llame, ustedes vienen

Jisoo le entregó sin problema sus gafetes a cada uno de los niños, todos estaban extremadamente emocionados por el pequeño papel.

Jisoo miró sonriente a los pequeñines. Estaba más que preparada para esto, sabía cambiar pañales, preparó un montón de actividades divertidas, cuidó a una de sus sobrinas pequeñas durante Sábado y Domingo. No podía ser tan difícil ¿Cierto?

...

La profesora no sabía en qué momento se había descontrolado tanto, a penas empezó su pequeño receso estaban bien, pero al descuidarse un momento, ya habían dos niñas escalando los estantes, un niño rayando la pared y muchísimo más.