El Cambio De Hinata [ Naruhina ]

Capítulo 17

¿Qué esperas de mí?

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La tarde había acabado conmigo despidiéndome de Naruto-Kun y corriendo de regreso a casa. Entre como alma que lleva el diablo, derribando los zapatos al suelo de la entrada sin importarme acomodarlos en su lugar. Corrí a la cocina y me puse el delantal, haciendo un nudo rápido, agarre las bolsas que deje en la isla anteriormente y saqué todos los ingredientes tirando las bolsas de plástico en una gaveta para reciclar. Lave las verduras y metí la carne al refrigerador, lave la tabla para picar y el cuchillo que iba a utilizar. Corté papas, zanahorias y hongos para hacer un estofado. Me había olvidado del tofu, así que saque el poco que quedaba en el refri. Lo corte en cubos y lo reserve. Tenía muchísimas cosas que hacer, un postre, picar más verduras y carne para agregar al estofado. Corrí a hacer el arroz y volví nuevamente con las verduras que deje cocer en una olla con mirin y soja.

A mi mente llegó la imagen de Naruto-Kun observándome con una sonrisa de oreja a oreja. Su rostro bronceado bañado por la luz solar, sus ojos celestes fijos en los míos como una descarga, su piel junto a la mía y su cálido aliento mezclarse con el mío. Su sonrisa brillante y su amabilidad hace saltar mi corazón, me acompañó ésta tarde llevando mi mercancía y siguiendome en silencio. Era anormal en él estar tan callado, aunque le hacía lucir un poco más masculino, en sí ese no era el Naruto-Kun que siempre había conocido. Su porte extrovertido y alegre lo hacía él, que estuviera tan callado me hacía sentir un poco triste. Con Sakura-San siempre estaba radiante, alardeando a su alrededor como si llamará su atención a gritos, me sentía un poco celosa y sabía que no debería estarlo. Naruto-Kun era muy libre para hacer lo que él quisiera y comportarse como a él le pareciera, más sin embargo eso no quitaba que tuviera celos.

Ambos son importantes para mí, ¿Debería estar feliz por ellos, no es así?. La tarde en el mercado había acabado con el acompañándome a casa con todas las bolsas, le había ofrecido entrar y tomar un poco de agua, más sin embargo se había negado con una disculpa. Me menciono que tenía unos asuntos pendientes con Uchiha-San que no podían ser atrasados. Después de eso se había dado la vuelta corriendo como un desquiciado.

—¡Las verduras! —Me recrimine después de caer en cuenta que comenzaba a vapear la olla más de la cuenta.

Agregué más vino de arroz, probé el caldo y lo sazone con una pasta de pescado y almejas. Agregué más hongos y los cubos de tofu. Me había olvidado que primero debía dejarse cocer la carne, para luego agregar la soja y los condimentos. Era un desastre, para cocinar siempre en el condominio, está era la peor receta que seguía en mi vida.

Salvaría el platillo en último momento, creando otro. Tapé el estofado y cocine la carne con unos fideos chinos. Hice un par de platillos extras y los llevé a la mesa, para cuando ya terminé la comida y el pastel estaba en el horno. Hanabi y mi padre llegaron con unos globos, y decoraciones que seguramente mi hermana menor había elegido.

Quién iba a creer que el estricto y para nada infantil; Hiashi Hyuga. Le organizara una fiesta de cumpleaños a una persona que acaba de conocer hace un par de semanas. La situación era graciosa con Hanabi y papá inflando globos sin descanso, los aventaban al piso y algunos al techo después de frotarlos en el sillón para crear electricidad. El ambiente se llenó de un aroma dulce y me dí cuenta que era hora de revisar el pastel y dejar a ese par decorar tranquilamente como quisieran. El pastel estaba casi listo, a lo mucho faltaba que se cocinará en el medio, lo deje un par de minutos más y apague el horno dejándolo dentro por si aún le faltaba algún extremo por coser, con el calor del horno terminaría por estar listo y suave.