Crazy in Love [Terminada]

Capitulo 15

Valentina golpeó varias veces la puerta llorando para que la abrieran, pero solo consiguió lastimarse la mano, camino arrastrando sus pies hasta una cama que tenía un sucio colchón, al sentarse se escucho un sonido metálico, escucho gritos del otro lado de la puerta, gritos de dolor, la castaña hizo lo que la morena le dijo, cerro los ojos y se tapó los oídos, no soportaba seguir escuchando.

Pasaron unos minutos y la puerta de la habitación se abrió, la castaña se levantó rápido asustada, era el Alacrán, tenía a Juliana y la arrajo al suelo y luego se fue con una sonrisa maliciosa. Cerró la puerta.

—¡Juls! —dijo acercándose a ella.

—No te acerques, por favor —le pidio, esta se detuvo y la miró preocupada, la morena se levantó como pudo y se alejo de ella dándole la espalda.

—Pero, Juls —volvió acercarse.

—¡Te dije que no te acerques! —alzo la voz, la castaña no entendía por que la trataba así —Perdón —agachó la cabeza pero aún dandole la espalda —Solo...solo no te acerques, no me veas.

La castaña terca se acercó de igual manera y la abrazo por la espalda.

—Por favor, necesito verte —le susurro al oído, la morena no dijo nada, así que la ojiazul hizo que se girará y la vio.

—¡Oh, por Dios, Juls! —exclamó sorprendida —¿Qué te hicieron? —preguntó mientras le acariciaba el rostro que lo tenía completamente herido —Ven —la tomó y la dejó sentada sobre la cama, se acercó a la puerta varias veces.

—¿Que quieres? —preguntó uno de los tipos de mala gana.

—Necesito alcohol para sus heridas —contestó —Mirala cómo está —la señalo, este la miró sin ninguna expresión

—Que mal se ve —dijo irónico —No tenemos alcohol.

—Entonces agua para limpiarla, por favor —suplico.

—¡Bah! —dijo con desdén —Espera —cerró la puerta con fuerza, la castaña miró a la morena que se agarraba el estómago, se veía muy mal, se acercó a ella, pero en ese momento abrieron la puerta, el mismo tipo con una fuente de metal y unos trapos, entró y lo dejó ahí, al ver a la morena sonrio y se fue.

La castaña tomó las cosas y se acercó donde Juliana, se sentó al lado de ella, le tomó la barbilla para que la mirara, al hacerlo humedecio el paño en el agua y comenzó a limpiarle las heridas, de vez encuendo la morena hacia gestos de dolor.

—Perdón, trataré de acerlo con más cuidado —dijo con algo de seriedad, repitió lo mismo varias a veces, hasta que logró limpiar las heridas por completo, de repente la ojiazul comenzó a sollozar.

—Hey, ¿por qué lloras?

—Por qué eres una idiota —respondió enojada, la morena se sorprendió, pero tenía razón —¿En qué estabas pensando para venir acá sola? —preguntó molesta.

—Necesitaba hacer algo, no podía quedarme con los brazos cruzados —contestó cabizbaja.

—¿Y como terminó todo?

—Pues, terminé secuestrada —contestó y rio.

—¿Que es gracioso? —preguntó aun molesta.

—Pues que intente rescatarte y terminé secuestrada también —siguió riendo, hasta que sintió un fuerte dolor en la costilla.

—¿Te duele algo? —preguntó preocupada.

—Me duele un poco en el costado, pero no es nada —contesto, pero en un movimiento rápido la castaña le subió un poco la blusa que traía puesta y vio un enorme moretón.