Capitulo 38

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Juliana acompañó a la castaña hasta su apartamento, junto con Clarke y Lexa, sentó a la castaña en el sillón, la chica había dejado de llorar, pero aún seguía triste.

-¿Quieren algo de beber? —ofreció la morena.

—No, gracias —contestó Clarke, Lexa a su lado negó también —Iremos a mi casa —dijo sonriendole a su novia.

—Bueno, entonces no las hago perder su tiempo —dijo —Tienen cosas muy importantes que hacer —dijo con una sonrisa picarona, las dos rieron.

—Nos vemos, adiós —dijo Clarke.

—Adiós —dijo la morena despidiéndose de beso en la mejilla de las dos.

—Adiós, Valen —le dijo a la castaña, esta la miró y se despidió de ellas dos con la mano, aunque con muy poco ánimo, las dos chicas salieron de la casa. La morena sirvió una infusión de hierbas y se la llevó a Valentina para que estuviera más relajada, la ojiazul la probó y puso cara de asco.

—Sabe horrible —dijo.

—Lo siento, se me olvido ponerle un poco de azúcar —dijo —Presta —tomo la taza y se la llevo a la cocina, la castaña se le quedó viendo hasta que la morena volvió con la taza y se la paso.

—¿Por qué me miras así? —preguntó la morena, la castaña dejó la taza sobre la mesa.

—¿Te he dicho que te amo?

—No, no me lo has dicho —contestó con una sonrisa burlona, cosa que hizo sonreír a la castaña.

—Pues te amo y mucho.

—Es bueno saberlo sabes porque —dijo.

—¿Por qué? —preguntó la castaña.

—Yo también te amo muchísimo —contestó, la castaña sonrió, algo que le encantaba ver a la morena, Valentina se acercó y la beso, fue un beso suave que pronto se volvió muy intenso, la castaña se coloco sobre la morena en el sillón sin dejar de besarla, bajo hasta su barbilla, luego se quedó jugando con el cuello de esta, mientras la morena desabrochanba la blusa de su novia y se la quitaba dejándola solo con sosten, la morena se separó unos centímetros de la castaña pudiendo escuchar sus respiraciones agitadas mientras ella se sacaba su polera y volvió atacar los labios de la castaña, mientras seguían besándose sus manos fueron hasta el cierre de sus pantalones y se los sacaron junto con sus bragas y luego sus sostenes; las dos se acariciaban y se besaban con pasión, las manos de la morena recorrieron la espalda de la castaña hasta llegar a su trasero y lo apretó con fuerza, acto que hizo soltar un gemido de la boca de la castaña, la morena no dejaba de apretar el trasero de la castaña y eso causaba que sus centros se rozaran el uno con el otro, mientras hacía eso la morena jugaba con los senos de la ojiazul usando su boca, la castaña aceleró más los movimientos de sus centros y al darse cuenta que estaban a punto de llegar al límite las dos se abrazaron y la castaña gemia en el oído de la morena, esta última hacía lo mismo en el oído de la ojiazul, hasta que las dos arqueron sus espaldas soltando un fuerte gemido al llegar al orgasmo, la castaña quedó sobre la morena, las dos estaban agotadas.

—¿Puedes quedarte esta noche conmigo? —preguntó la castaña mientras la morena la abrazaba con su cuerpo desnudo aún acostada en el sillón.

—Mañana tengo que trabajar, Val —contestó la morena, la ojiazul la miró con tristeza —Pero si eso es lo que quieres, no tengo ningún problema —dijo con una sonrisa, la castaña también sonrió y la beso.

—Gracias.

—No tienes que agradecerme —dijo la morena —Perdiste a alguien importante y lo entiendo —acarició su brazo —Y yo estoy aquí para consolarte, para mimarte y todo lo que tú quieras —beso su cabeza.

Crazy in Love [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora