Ya era sábado y Juliana tomó el puesto de su hermano en el trabajo haciendo sandwich, era la segunda vez que recibía una llamada y se iba muy temprano, seguramente estaba con Lincoln, pensó ya que el día anterior le había comentado que los dos estaban investigando a la familia de la supuesta persona que su padre había asesinado, no le gustaba que su hermano hiciera eso, ¿que pasaría si los encontraba? ¿Cuáles eran sus verdaderas intenciones? Se preguntaba así misma, su hermano no era una persona vengativa, pero estaba muy obsesionado. Aris llegó con unos pedidos, Juliana los leyó y comenzó a prepararlos, a pesar de que Juliana le encantaba hacer cosas dulces, los sandwich no le quedaban mal, incluso algunas de las salsas para los sandwich eran dulces, agridulce que ella misma creaba y el sabor había sido bien recibido por la clientela.
—Tu hermano otra vez se fue temprano — afirmó Aris.
—Lo sé —dijo la morena sin ánimos.
—Y tu tampoco traes buena cara, ¿Qué pasó? —preguntó preocupado, Juliana sólo lo miró, y Aris se dio cuenta de inmediato que era lo que le pasaba —¿Qué te hizo?
—¿Quién me hizo qué? —preguntó creyendo qué Aris no se daba cuenta de lo que le pasaba y estaba equivocada, lo sabía perfectamente.
—Por favor —dijo el chico poniendo los ojos en blanco —Se que tú mala cara es por culpa de Alejandro.
—Si, es por él —dijo cabizbaja, Aris solo la miró —Lo fui a ver para desearle un buen viaje y no parecía muy contento que apareciera de repente y en eso aparece su mamá y comenzó hablar mal de mi papá y yo me enoje y discutí con ella —tomó una pausa para tomar un poco de aire y seguir contando —Le dije que tenía una relación con su hijo y él lo negó y mas encima dejó que ella me siguiera humillado —terminó de contar, Aris levantó una ceja —Ya no me mires así…esta bien, tenias razón, él no era un buen tipo para mi.
—¡Por fin! —exclamó levantando los brazos al cielo —Por fin te diste cuenta, aunque no fue de la mejor manera.
—Sabes, creo que si fue de la mejor manera, me di cuenta de la persona que realmente era —dijo Juliana —Además le dije que no lo quería ver nunca más.
—Veamos cuanto le dura alejarse de ti, es muy insistente y posesivo, es un idiota —dijo el chico riéndose, Juliana también río.
—Si, es un verdadero idiota —reafirmó Juliana riendo más.
—¿Harás algo hoy?
—Mi amiga Lexa me invitó a una fiesta que a ella invitaron, al principio no quería, pero cuando le conté lo de Alejandro, me propuso que fuera para que me distrajera un poco.
—Pues tu amiga tiene razón, necesitas conocer gente nueva —le dijo Aris.
—Pues si, por eso acepte —dijo Juliana — ¿Quieres venir con nosotras?
—No, no puedo —respondió Aris —Me voy a juntar con un amigo a terminar unos trabajos de la Uni.
—¿Un “amigo”? —preguntó Juliana divertida moviendo las cejas de arriba a bajo, el chico se dio cuenta de lo que insinuaba su amiga.
—No insinúes nada, es solo un amigo y punto —dijo el chico —Aunque no niego que es lindo —confesó riendo —Pero el tiene novia y además no es mi tipo tampoco.
—Pues entonces cuando encuentres a tu tipo perfecto me cuantas, ¿bueno?
—Bueno —respondió —. Y tu también me cuentas cuando encuentres tu tipo ideal y que te haga feliz, ¿de acuerdo?
—De acuerdo —dijo Juliana y se dieron la mano como si sellaran un trato —Y ahora ve a atender —dijo indicándole con el dedo que se girará ya que había entrado clientes nuevos.