[💫]

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"Mucho... en especial tu cuerpo~"

"Me gustas y punto, ahora sigamos jugando~"

o simplemente

"¿Porque preguntas eso? Arruinas el momento"


No sabía porque cada ves que tenía sexo con alguien nuevo, terminaba preguntando la misma cosa. Cada uno me contestaba a su modo, otros sólo me ignoraban y volvían a lo suyo.

Extrañamente se volvió una costumbre, que no pude detenerla y tampoco entenderla.

Últimamente perdí la necesidad de siquiera prestar una pizca de atención a la respuesta que me daban, simplemente mi mente dibagaba pensando en otras cosas. Como ahora.

El demonio me agarró más fuerte de mi brazo, logrando que volviera a la realidad. Notando como el aire me empezaba a faltar, alejandolo rápidamente dañando un poco su labio.

ㅡMierda~ ¿acaso no te gusta, puta? ㅡcomentó suciamente, lamiendo su labio que había empezado a sangrar y con la otra mano se empezaba a tocar por encima de su pantalónㅡ haz tu trabajo.

Se me acerco para continuar con el beso, siendo retenido por una de mis manos.

ㅡ¡Hey! Alto lindura, sabes que mi lengua no trabaja gratis ㅡempecé a empujarlo tratando de mantener distancia pero su agarre se intensificó,  lograndome sacar una risaㅡ¿Tan necesitado estas?

Soltó un gruñido con una mirada algo amenazante antes de soltarme ㅡLa próxima no seré tan bueno lindura.

ㅡLo sé cariño, lo sé ㅡ sonreí coquetamente, mientras me ponía la bata para salir.

Terminé por lanzarle un beso antes de retirarme, quedandome un instante mirando la puerta cerrada antes de sacar el dedo del medio, como un pequeño berrinche que sólo me hizo sonreír, dando pequeños saltitos hasta mi camerino.

Abrí la puerta, tirandome un rato en mi cama acariciando al pequeño cerdito que se había acercado, dejé el dinero en la mesa para comenzar a desvestirme y meterme en el agua de la bañera.

ㅡEse hijo de... ㅡlogró susurrar al notar una herida un tanto profunda en mi brazo derecho superior ㅡLa próxima le cobraré el doble.

Salí de la ducha con una toalla alrededor de la cintura, mientras buscaba una venda para tapar la herida y que no termine sangrando.

Tocaron la puerta, insistentemente, gritandome que ya en unos momentos tenía que salir, recibiendo de respuesta gruñidos de Fat nuggets.

Narrador omnisciente

A los pocos minutos, salió del camerino, como toda una reina, se hallaba envuelto en un perfume dulce, con una mirada muy llamativa por el maquillaje y unos labios más que apetitosos, vistiendo su mismo traje de siempre. Pero con un toque más candente.

El presentador ya empezaba a anunciar el tan esperado baile de tubo, resitando con unas últimas palabras el nombre del bailarín.

[Si quieren pueden poner la música de arriba ;) ]

ㅡ¡Angel dust! ㅡtodas las personas empezaban a chiflar y aplaudir, callando lentamente intentando escuchar la música.

Los acordes de la guitarra daban un ambiente más tranquilo mientras que las luces del escenario se encendieron, mostrando a un muy tranquilo demonio albino apoyadondose en el tubo, el cual seguía el ritmo chasqueando los dedos con los ojos cerrados y una sonrisa atrevida.

¿Cuánto me quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora