Capítulo 19: La llegada de Daniel y el padecimiento de Armando; Parte II.
Armando, primero observó la foto de Daniel con Betty y tal como había dicho el cuartel, salían muy juntos y la mano de Daniel estaba en el hombro de Betty. Empezó a respirar de forma pesada y cerró los ojos varias veces para borrar la imagen de su mente, tragó pesado y guardó la foto en la cartera para luego mirar el diario. No sabía que era exactamente así que lo abrió y leyó la primera página.
"Él es un hombre maravilloso conmigo, me lleva al club, me sube a su carro, me confiesa sus temores, como si yo no me muriera con cada uno de sus detalles"
"¿Qué es esto?" Se preguntó extrañado cambiando de página.
"Me protege contra viento y marea; cree en mí, me suplica que no lo abandone, que permanezca a su lado, que me necesita. Un hombre como él que todo lo tiene, necesita de una mujer como yo pero yo no sé como decirle que también lo necesito, que me muero si me deja..."
Sintió que alguien abrió la puerta y guardó el diario en su bolsillo como pudo.
"¿Don Armando?" Preguntó Betty extrañada y él volteó a verla.
De inmediato se encontró con la mirada seria de Daniel Valencia y su Betty. Pensó en una excusa rápida.
"Disculpe por haber entrado así a su oficina Beatriz, es que estoy buscando el balance... el balance del año pasado..." le dijo con una pequeña sonrisa y luego se dirigió a Daniel "buenas tardes, Daniel Valencia" su sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco.
"Eran buenas, Armando" contestó con su voz ronca.
"Lo mismo digo, Danielito" Le sonrió falsamente.
Betty le entregó el informe que buscaba. Armando lo tomó y se quedó unos segundos mirando entre Betty y Daniel. No sabía que hacia él ahí pero con lo que le había dicho el cuartel de feas, le bastaba. Después se despidió de ambos y salió de la oficina.
Betty, sintiéndose incómoda, soltó una risa y cerró la puerta que Armando había dejado abierta. Daniel levantó las cejas un poco sorprendido y suspiró, sentándose en el sillón. Se quedó observando a Betty, quién se movía nerviosa por la oficina, y quiso preguntarle algo que rondaba por su mente desde hace tiempo.
"Beatriz" la llamó logrando que cesara de moverse. "La noto distinta con Armando... A diferencia de cuando era su asistente, ahora se comporta más hostil con él, y la entiendo porque es un payaso pero, no lo sé, es extraño ¿pasó algo entre ustedes?" Preguntó sin saber nada de su relación.
"No nada doctor" contestó con una risa nerviosa "Sólo lo que usted sabe, después de qué me fui a Cartagena, no supe nada de él, nada de Ecomoda y tuve tiempo de pensar en los errores que cometí y uno de ellos fue hacerle caso a su juego..." contestó con la mirada pérdida.
Daniel asintió mirándola con el ceño fruncido, pensaba que Beatriz hablaba de los maquillajes a los balances y el embargo, pero la realidad era muy distinta.
*
Armando se sentó en su escritorio y sacó una botella de licor, y abrió el diario de Betty."Claudico ante el amor. Hoy confirmé que no puedo ser amada por nadie... los hombres a las feas no nos dan la oportunidad de que nos conozcan... las mujeres les entran por los ojos... una mujer bonita tiene el terreno ganado ante un hombre simplemente por ser bonita. Él la escucha, la desea y soporta todo de ella. A las feas ni si quiera las escucha. Soy fea, pero afortunadamente a alguien no le importa; por el contrario, me necesita..."
"¿Qué fecha tiene esto?" Preguntó extrañado y reviso la fecha "23 de octubre... 23 de octubre. Ya estaba trabajando conmigo" afirmó para sí.
"Y soy feliz, porque sé que puedo estar por mucho tiempo a su lado, así no reciba nada de él..."
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Yo soy Betty, la fea; Betty × Daniel
Hayran KurguNota: Esta historia se narra desde la noche en que Daniel cena con Betty. Sin omitir lo que pasó antes, a saber, el comienzo de la novela que es la llegada de Beatriz a Ecomoda por primera vez, luego lo del engaño de Don armando, el viaje a Cartage...