➵ Capítulo 40

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El silencio entre ambos era totalmente incómodo, sin embargo, ninguno se atrevía a dar la primera palabra. Estaban sentados en una plaza pequeña, bajo un árbol, mirando a los niños jugar mientras trataban de no mirarse.

Hangyul mordió su labio inferior, jugando con sus manos.

—Lo siento —dijo de pronto llamando la atención de Seungyoun. El pelinegro lo miró, sin embargo, Hangyul siguió mirando al frente, incapaz de sostenerle la mirada— Por todo... Yo realmente lo siento, Seungyoun.

Seungyoun suspiró, negando con la cabeza, pasando una mano por sus cabellos.

—Está bien...

—No lo está —Hangyul por fin se giró para observarlo, sonriendo tristemente— Fui un chico egoísta con todo. La pérdida de Yerin me golpeó demasiado duro y quería odiar al mundo, quería odiar a alguien. Tú eras la persona más cercana, así que no dudé en desquitarme contigo cuando no lo merecías.

Seungyoun levantó una mano, acariciándole la mejilla lentamente, sintiendo la suave piel de Hangyul bajo su tacto, conteniendo las ganas de darle un beso y hacerlo sentir amado, querido.

—También lamento lo que dije —se disculpó Seungyoun.

Hangyul hizo una mueca.

—No dijiste nada que no fuera cierto.

—No, pero... —Seungyoun apretó sus labios un momento, buscando las palabras correctas para decir lo que quería, tratando de no acobardarse, porque pedir disculpas era demasiado difícil para él— Pero... había mejores maneras de decirlo. No sacártelo en cara, no tratarte tan mal. Así que lo siento, Hangyulie.

Otro silencio entre ellos, sólo que ahora ya no era tan incómodo.

Hangyul tomó la mano de Seungyoun y le dio un apretón suave.

—Lamento también lo... lo que hice el otro día —sus mejillas se pusieron coloradas, avergonzado totalmente— Siento haber querido forzarte de esa forma, es sólo que... que me sentía demasiado solo y te necesitaba.

Te necesito, quiso decir, pero las palabras no salieron de su boca.

—Tranquilo —Seungyoun le sonrió con debilidad, recordando lo ocurrido esa noche— Ambos... ambos deberíamos comenzar de nuevo.

Hangyul levantó la vista con sus ojos brillando, sintiendo su corazón latiendo desbocadamente en su pecho.

—¿De nuevo? —preguntó con esperanza.

—Sí —Seungyoun asintió, sin dejar de sonreír de lado— Ya sabes, ser amigos.

Y tan rápido como su esperanza apareció, murió de pronto ante sus palabras.

Claro. ¿Quién querría estar con él luego de todo lo que hizo?

No debía conformarse con nada más que con ser un buen amigo para Seungyoun, para apoyarlo cuando no lo hizo. Sería un premio —y su condenada también.

Se forzó a sonreír, asintiendo.

—Tienes razón —trató de que su voz no temblara— Entonces, ¿amigos?

Seungyoun sintió que no era suficiente para él, pero sí para los dos. Porque en un mes se iría de allí, se iría de Corea a otro continente, y no podía tener una relación con Hangyul a distancia. Era imposible para él, porque sabía que Hangyul era una persona de contacto, y estar separados... le iba a romper el corazón por completo.

Prefería seguir manteniendo una amistad con el chico a perderlo de esa forma.

Tragó saliva, pensando en sí contarle o no sobre su traslado.

—¿Vas a volver a la universidad? —preguntó casualmente.

Hangyul rascó su nuca.

—No por ahora... —murmuró para luego morder su labio inferior— Mamá regresó, ¿sabes?

Seungyoun lo miró con sorpresa.

—¿Qué?

Hangyul se encogió de hombros, pero Seungyoun lo conocía lo suficiente para saber que estaba triste y dolido.

Así que echó abajo el orgullo que tenía y lo abrazó, sintiendo los temblores en el cuerpo de Hangyul.

—Mamá. Mamá regresó y... y quiere arreglar las cosas conmigo —levantó la vista con los ojos llorosos— ¿Soy una mala persona si quiero que se vaya?

El corazón de Seungyoun se rompió al escuchar sus palabras.

—No, cariño —no pudo evitar el mote, sin embargo, Hangyul pareció no darse cuenta— No lo eres. Jamás podrías ser una mala persona.

—Ella... Mamá quiere que me vaya con ella a Japón —Hangyul enterró su rostro en el cuello de Seungyoun, suspirando— Si no soy una mala persona, ¿entonces soy un tonto por estar considerándolo? —el chico apretó el agarre sobre los brazos de Seungyoun— Es sólo que... es la única familia que me queda...

Yo quiero ser tu nueva familia, pensó fugazmente Seungyoun.

Pero no podía decirlo porque en un mes estaría lejos de él.

—Si te hace bien, Hangyulie —dijo Seungyoun revolviéndole el cabello— Entonces no eres un tonto. Algunas personas... a veces merecen una nueva oportunidad para redimirse.

—Redimirse —murmuró Hangyul asintiendo.

—Sea cual sea la decisión que tomes —le dijo Seungyoun— Yo voy a apoyarte en todo.

Luego, le besó la frente, y las cosas se sintieron bien por un breve momento.

Novio de alquiler ♡ | SEUNGYULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora