Seungyoun despertó en medio de la noche al sentir movimiento en su cama, a su lado, y abrió los ojos de forma perezosa, creyendo que su madre lo estaría despertando para quién sabe qué.
No esperaba encontrarse con el rostro lloroso de Hangyul al frente suyo, acostado, con una expresión tímida y nerviosa.
Frunció el ceño levemente, confundido, sin saber qué decir.
—Hangyulie... —susurró un tanto atónito.
—Seungyoun —murmuró Hangyul para luego apoyar su cabeza contra el hombro de Seungyoun, y sintió entonces sus ropas húmedas. Como si alguien estuviera llorando— Seungyoun, lo... lo si-siento... tanto...
Se quedó quieto al principio, sin saber cómo reaccionar ante esa extraña situación. Horas antes, Hangyul le había dicho que no podían besarse, pero ahora...
¿Qué estaba ocurriendo?
—Está bien —titubeó acariciándole la nuca a Hangyul— Tranquilo, Hangyulie...
—Te quiero tanto —murmuró Hangyul— Te amo tanto que duele, Seungyoun —cuidadosamente, Hangyul llevó la mano del pelinegro a su pecho— Es como si... como si me estuvieras enterrando un cuchillo aquí, mi amor.
Seungyoun cerró sus ojos, sintiendo los labios de Hangyul acariciar su cuello superficialmente, y escalofríos recorrieron su cuerpo entero cuando el chico pasó una pierna por su cintura, quedando casi sentado sobre su cintura.
Hangyul era tan precioso. Tan bello bajo la luz de la luna que se colaba por la ventana, con sus ojos llenos de lágrimas, esas mejillas con unos hoyuelos tan preciosos que sentía unas ganas enormes de apretarlos, de besarlos todo el tiempo.
—Eres hermoso, Hangyul —le dijo con seriedad.
Y Hangyul le creía, porque Seungyoun nunca iba a mentirle.
Seungyoun nunca iba a decir algo que no sintiera. Seungyoun nunca iba a ilusionarlo, a decirle mentiras sólo para hacerlo feliz. No como había hecho él.
—Perdóname —siguió susurrando Hangyul antes de inclinarse y quedar a pocos centímetros de su rostro, comenzando a mover su cadera— Te quiero, te amo...
Seungyoun quería decir algo, pero entonces Hangyul lo besó con suavidad, sin dejar de frotarse contra él, sus labios acariciando los suyos con fuerza, transmitiéndole un montón de cosas con ese simple gesto. Diciéndole lo mucho que lo necesitaba con ese beso.
Jadeó cuando las manos de Hangyul acariciaron su cintura para luego quitarle la camisa del pijama. Seungyoun hizo lo mismo, besando ahora el cuello de Hangyulie, dejando que las sensaciones placenteras inundaran su cuerpo.
Hangyul se alejó unos centímetros, mordiendo su labio inferior, sintiendo las manos de Seungyoun acariciando su trasero por debajo de su ropa interior, apretándolo, amasando sus nalgas, y gimió contra su oído al sentir un dedo contra su agujero, rozándolo, presionándose con suavidad.
Seungyoun soltó una maldición entre sus dientes cuando la mano de Hangyul acarició su miembro endurecido, y en modo de venganza, metió un dedo en su interior.
El gemido de Hangyul lo volvió loco por completo.
Hangyul comenzó a mover su cadera contra la mano de Seungyoun, con el rostro completamente ruborizado, humedeciendo sus labios, abriendo su boca en señal de placer total.
Hangyul lo miró, sonriendo temblorosamente.
—Te amo... —susurró de forma expectante.
Seungyoun mordió su labio inferior.
—Sí... sí... sí...
Notó el momento exacto en que los labios de Hangyul se fruncieron en una mueca.
—Dilo, Seungyoun —pidió de forma lastimosa, moviéndose con más fuerza.
—¿Qué? —detuvo sus movimientos, sintiéndose repentinamente helado.
Hangyul lo besó, pero no respondió el beso.
—Di que me amas —susurró de manera exigente— Dilo, dilo.
Seungyoun se alejó con el corazón roto, sintiendo de pronto ganas de vomitar, quitando sus manos del cuerpo de Hangyul.
—Hangyul, vuelve a tu cuarto —ordenó con la voz temblando.
—No —el tono de Hangyul era furioso— No hasta que lo digas.
—¡No lo diré, Hangyul! —de pronto, ya no podía hablar en voz baja— ¡No lo diré, ¿me oíste?!
Los ojos del chico brillaron con odio.
—¡Tenia razón, yo tenia toda la maldita razón!
Seungyoun lo empujó y Hangyul tropezó, cayendo al suelo.
—¡No es así, Hangyul! —las palabras salían de su boca sin control alguno— ¡¿Sabes qué más, Hangyul?! ¡Te amo, te amo maldito bastardo! ¡¿Era eso lo que querías oír?! —Hangyul retrocedió— ¡AHORA VETE A LA MIERDA, HANGYUL, NO QUIERO VERTE NUNCA MÁS EN MI PUTA VIDA!
Hangyul se puso de pie, saliendo del cuarto con un portazo.
Seungyoun se sentó sobre la cama y soltó un jadeo de dolor, y antes de poder procesar lo que estaba pasando, comenzó a llorar.
Comenzó a llorar y no pudo detenerse por el resto de la noche.
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Novio de alquiler ♡ | SEUNGYUL
Fiksi PenggemarCho Seungyoun odia las cosas del amor, y sobre todo, los novios. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan antipático, así que decide "alquilar" a un chico con una preciosa sonrisa, Lee Hangyul, para que sea el no...