Cadena de mentiras

229 14 6
                                    

[Mitch]

Aquella misma tarde, decidimos pasarnos por casa de Scott a buscarle, para comprobar si vendría a dormir esa noche.

- ¿Estás ya, Kirst? - Grité desde abajo, para que Kirstie me escuchase. Se estaba preparando, y como de normal, le costaba mucho.

- Sí, enseguida bajo. Dame un par de minutos más - Se le escuchó desde abajo.

Pasaron otros cinco minutos, y bajó. Se había maquillado, y estaba deslumbrante. Mi reacción instantánea fue ir a donde ella se encontraba y besarla.

- Estas preciosa - dije. Volví a besarle. Cerré los ojos mientras lo hacía... De repente, volvió a ocurrir... En mi cabeza, volvió a aparecer Scott. Una imagen en la que yo me besaba con Scott. Esta vez no me sobresalté, quise verlo. Quise averiguar el porqué, ¿Porqué Scott?

Cuando paramos traté de actuar de manera normal.

- ¿Vamos?

- Sí, vamos.

Fuimos andando despacio y hablando cogidos de la mano. Creo que Kirstie se dio cuenta de que algo raro me pasaba, porque hablaba menos de lo normal. Intenté sacar conversacion como de normal solía hacer pero estaba bloqueado.

Llegamos a casa de Scott, y llamamos a la puerta. Nos abrió la madre de Scott.

- Hombre, ¡que sorpresa! ¿Venís a buscar a Scott?

- Sí - Respondí.

En aquel momento su madre se giró y gritó:

- ¡Scott! ¡Han venido a buscarte tus amigos!- La madre volvió a donde estabamos - Pasad, que no muerdo.

-Gracias - Respondí yo. Entramos a la casa y nos sentamos.

- ¡SCOTT! - Gritó de nuevo

- ¡Dime mamá! - Gritó scott desde arriba.

- ¡Están aquí tus amigos!

- ¿Ah si? ¡Ahora bajo!

-¿Queréis tomar algo? - esta vez se dirigió a nosotros

- No no, gracias - dijo Kirst

- Yo tampoco, pero gracias igualmente.

- ¿Seguro? Porcierto ¿cómo os llamais?

- Yo Mitch

- Y yo Kirstie

- Ah, que nombres mas bonitos, encantada de conoceros. - En aquel momento bajó Scott.

- Ya estoy - Había bajado despeinado, parecía haberse levantado de la siesta hace poco. Cuando lo vi, un escalofrío recorrió mi espalda, y a su vez comenzé a sentir algo raro en el estómago.

-¡Hola Scott! - Dijimos Kirstie y yo.

- ¡Hola! - Respondió el.

- ¿Te deja tu madre venir?

- ¿Eh?... ¡AH! ¡Cierto! Se me olvidó por completo preguntarte mamá. ¿Puedo ir a casa de Mitch a dormir?

-¿A dormir? ¿Le deja su madre?

- Eh.. Mas b....- comenzó Scott, como queriendo contarle a su madre que estabamos solos.

- ¡Mas bien dicho, le encantaría que viniese! - Le corté y el me miró de inmediato. Pero entendió perfectamente lo que quise hacer.

- Bien, entonces claro que puedes, hijo, pero prepara todo.

Viviendo un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora