Viviendo un sueño.

Esperanzas.

[Mitch]

Al salir con Scott de casa de Kirstie, fuimos hacia nuestras respectivas casas. Pero como estaban las dos hacia el mismo sentido, fuimos juntos hablando.

-¿Qué tal esta Kirstie? - Le pregunté.

-¿Eh?... Ah, bu... Bueno... Est un p...poco tri... Triste... ¿Tú que tal estás?- Dijo Scott. Estaba muy nervioso.

- Yo... Bien. ¿Scott? ¿Te pasa algo?

- ¿A mi? - Se quedó callado un buen rato. Yo asentí con la cabeza y le miré a los ojos. - N-No nada es q...que... Si...simplemente te...tengo frío.

-¿Frío? Pero si... No hace frío...

- Pues yo tengo frío - esta vez lo dijo muy seguro

- Igual es que estarás destemplado... Nose, yo diría que tengo hasta calor para ser la hora que es... Bueno Scott, mi casa es aquí. - me acerqué y le abrazé - Nos vemos en clase.

Cerré la puerta. Mi madre apareció nada mas entrar.
- Mitch, ¿Dónde se supone que estabas? Y ¿quién te ha dado permiso para salir a estas horas?
-Esto... Yo... Bueno, y qué mas te da si nunca estás aquí.

- No estoy nunca aqui por trabajar y traer dinero a casa, para que tú comas.

- Lo sé mamá pero eso no explica el porque no puedo salir. No he echo nada malo. Solo he ido a casa de Kirstie aver que tal estaba, y ni siquiera he vuelto solo, he venido con un amigo.

-Ya sabes que no me gusta que tengas novia con tu edad.

- Ya no estamos juntos mamá. Cortamos hace una semana. Otra cosa es que no te importe una mierda mi vida y ni me preguntes a ver que tal estoy. Me voy a mi cuarto.- Subí a mi cuarto y me tumbé en la cama. Olvidé por completo la pelea que había tenido con mi madre hace un momento. Me puse a pensar en lo que habia ocurrido en casa de Kirst y la vuelta a casa. Me seguía pareciendo extraño... Extraña la idea de que estuviese Scott tan nervioso. Le costó mucho reaccionar a mis preguntas, como si las tuviese que inventar en el momento... Era raro... Igual era eso... O tal vez es que se ponía nervioso a mi lado. Esto me daba cierta esperanza. Igual si que le gustaba yo a Scott... Quién sabe... Yo seguía con aquellas malditas preguntas que me bloqueaban por completo... Y quería que acabasen ya. De repente mi madre llamó a la puerta.
-Mitch, me acaban de llamar, se ha muerto la abuela de los vecinos de al lado, ya sabes, con los que solías jugar de pequeños. Mañana iremos al funeral, está un poco lejos de aquí, a una hora mas o menos en coche, donde nació.

-¿Tengo que ir? Ni siquiera la conocía... Y hace un montón que no estoy con ellos.

-Sí. No te voy a dejar quedarte.

-... Está bien, iré.

-Bien, saldremos pronto y así comemos allí. Te despertaré a las 8. Buenas noches Mitch.

- Buenas noches.- Yo sabía que me iba a costar dormir por todo lo que me estaba pasando, pero de todas maneras lo intenté.