Once - Trío.
Valentín.
Esos labios haciéndome disfrutar de mucho, su pelo platinado ya no era de ese color, había cambiado por un marrón oscuro y casi ni pelo había, sus ojos negros que tan loco me volvían en las noches cuando estábamos haciendo algo íntimo, ese brillo que se prendía en ellos ya no los podía ver, ahora eran solo unos ojos color avellana, sus labios gruesos y gorditos que me encantaban besar y esos que me daban tanto placer, ahora solo eran unos finos y chiquitos labios color durazno.
Tiré mi cabeza para atrás nublado por mis pensamientos y las sensaciones que me traía el morocho del que estaba enamorado.
— ¡D-dani!—Gemi involuntariamente, pero me arrepentí al instante cuando los movimientos que me estaban dando placer se detuvieron, la había cagado, otra vez, abrí mis ojos mirando al chico que estaba arrodillado haciéndome un pete y suspire cansado, ¿otra vez en serio?
Daniel ya no era el él que me hacía estas cosas, ahora era Manuel.
— ¿Sos joda Valentín?—Habló indignado parándose del piso, mirándome a los ojos con algo de pena y negó con la cabeza, mordí mi labio acomodando mi pelo y suspire.
— Perdón Manu.—Murmure acomodando mi ropa y sin importarme que me perdone me tiré a la cama boca abajo, enterrando mi cara en la almohadón mientras intentaba no llorar.
— Sé que lo amas y lo extrañas Valen, pero trata de no decir su nombre cuando estamos a punto de hacerlo.—Pidió calmado mientras se sentaba al borde de mi cama, para hacerme mimos.
— Lo intento Manu, en serio, pero Daniel siempre viene a mi cabeza, y no quiero, pero siempre vuelve.—Hablé abrazando la almohada, largue un suspiro intentando tragar el nudo que sentí en mi garganta cuando me di cuenta de que Daniel no estaba mas conmigo y cerré los ojos calmandome por los mimos que hacía Manuel en mi pelo castaño.
—Sé que lo amas Valen, pero me la re baja que siempre me digas su nombre cuando acabas, a veces hago como que no lo noto porque ni ganas de cortar el mamo pero ya me molesta un poco.—Dijo calmado, largue un suspiro y me di vuelta para mirarlo a los ojos.
Soy un estúpido de mierda, ¿Como podía decir el nombre de Daniel después de tanto tiempo? Tal vez porqué me seguía teniendo igual de enamorado, o mucho más que antes. Largue un suspiro y asentí con la cabeza mirándolo de verdad arrepentido.
—Vos el otro día me dijiste Mateo.—Murmure con un poco de recelo, aunque no sé si había sido así, porque no lo había escuchado muy bien, aunque sentía que si me lo había dicho.
—Valentín te dije "metelo", no intentes distorsionar mis palabras.
—Uh ya vas a empezar boludo, ¿qué queres que haga? si lo extraño mucho.—Hablé metiendo mis manos en mi pelo, largue un quejido y cerré los ojos intentando no pensar mucho, sino iba a terminar llorando y no quería hacerlo más.
Manuel se quedó callado, tal vez porque sabía que no quería hablar más o porque iba a largarme a llorar si quería seguir diciéndome cosas que le molestaba, sabía que estaba mal, sabía que no estaba bien decir el nombre de Daniel cuando estábamos cogiendo, pero es que era imposible olvidar todos los besos que nos dimos, y lo bien que sabía tocarme.
