Trío - Cuatro.
Valentín.
—¿Sabes que le pasó a Daniel?—Preguntó Manuel en mi oído, me hundí de hombros y agarré el vaso que el barman me entregaba, le pagué y empecé a tomar hasta dejarlo vacío, me tiré un eructo y lo tiré en el piso, se me movía todo a mi alrededor y parecía que flotaba.
—Me chupa u-un huevo ese Dan... Daniel.—Dije hipando, me había agarrado hipo de tanto que había tomado, ahora mismo no me importaba nada mas que yo mismo, podrá sonar medio egocéntrico pero creo que ya me hice mucho mal al enamorarme de un amor que no es correspondido y encima aceptar un trío que terminó en nosotros dos cogiendo.
—¿Por qué? ¿qué te hizo?—Preguntó agarrando el vaso que había tirado y dejándolo en la barra, me hundí de hombros y le reste importancia.
—Dame un fernet.—Le pedí al barman, sinceramente ya había perdido la cantidad de tragos que pedí y la cantidad que tomé, después de salir de la casa de no me acuerdo quién, ya venía bastante mal y ahora, estaba para atrás.
Creo que no sabía ni como seguía de pie, o como seguía vivo, seguro que después de esto caigo en un coma alcohólico.
—Gracias.—Sonreí cuando me entregó el vaso con fernet que le había pedido, Manuel me miró con cara extraña y subió una ceja cuando le sonreí empezando a tomar, comencé a caminar por entre medio de la gente que bailaba en la pista, y yo intentaba no carme de cara, al menos si me caía quería hacerlo bien.
—¿Vos estas bien?—Me preguntó en un grito a lo que yo asentí con la cabeza medio dudoso.
No, no estaba bien.
—Bueno pero Dani no... y ¡Valentín!—Me gritó enojado cuando yo había empezado a bajarme las botellas de cerveza, bueno, de un momento a otro mi fernet se había acabado y no tenía nada mas para tomar, ni plata para comprar.
Giré a verlo medio asustado y cuando lo vi caminando mientras empujaba a la gente de adelante de él supe que lo había hecho enojar, terminé de tragar lo que tenía en mi boca y lo miré con mi mejor cara de nene asustado, me iba a dar vuelta la cara de un cachetazo.
—Escuchame pedazo de pelotudo, no sé que mierda habrá pasado entre ustedes dos, que vos andas tomando sin control y Daniel esta sentado en el sillón del boliche mientras mira triste sus manos, ¡esta a punto de llorar Valentín!, reacciona un poco chabon, es tu amigo o bueno... no sé, anda a ayudarlo porque te juro que si veo a Daniel derramar una sola lágrimas y vos no vas a consolarlo te corto la pija y después te rompo la cara a piñas ¿escuchaste?, así que quiero que dejes de actuar como un pendejo y vayas a verlo.—Soltó rojo del enojo mientras me miraba fijo y agarrado del cuello de la camisa.
Trague saliva asustado y juro que se me fue todo el pedo que tenía con escucharlo soltar esas palabras, asentí rápido con la cabeza y me soltó dándome una sonrisa.
—Te quiero amigo.—Sonrió y sin más se dio vuelta y se fue dejándome solo, medio aturdido y medio en pedo, porque después de todo lo que me dijo me sacó la mitad del pedo que tenía encima.
Empecé a caminar mientras miraba a las personas y cuando vi el sillón del que me habló Manuel, suspire, ahí estaba, sentado y perdido en algún punto de la pista, su mirada triste reflejaba todo y me sentí mal por hablarle así hoy, pero él no entendía, aunque ahora eso no importaba. Limpié el sudor de mis manos en mi pantalón y me acerqué a pasos lentos a él, mirándolo fijamente, pero no se dio cuenta de mi hasta que me senté a su lado y me miró con sus ojitos igual de triste que recién.