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POV JIMIN
Hoy es mi día libre, me levanté temprano a darle de desayunar a mi gata, Mochi, y volví a dormir para levantarme por segunda vez a las 11:00 am, preparé tranquilamente mi desayuno -casi comida-, hice limpieza de mi pequeño apartamento, y realicé un poco de ejercicio de pilates siguiendo videos frente al televisor al ritmo de Twice, todo esto en pijama y con mi cabello hecho un nido de pájaros enredado.

Justo ahora me encuentro moviendo los muebles de mi sala, tengo la costumbre de cambiar todo de lugar mínimo una vez cada dos meses, es cansado pero de alguna manera me relaja, y justo eso es lo que necesito en estos momentos, las últimas dos semanas mi vida a tenido más emociones que en toda mi existencia. Cada día, sin falta, llega a la heladería un ramo de flores diferente, y con las flores una nota que me hace templar y suspirar en partes iguales, "Considérame esclavo de tu sonrisa."; "Anoche apareciste en mis sueños, fresita."; "Espera por mi. Pronto."; "Solo pídelo, y lo tendrás." Y muchas más, todas sin firmar, pero no lo necesitan, sé perfectamente quién las envía y estoy aterrado, pero a la vez me fascina y me atrapa cada día más ¿Cómo no sentir esto con tantas palabras y detalles tan hermosos? Soy un cursi de primera y parece que el Señor Jeon lo sabe perfectamente.

Escucho el timbre, y dudoso dejo de empujar el enorme sillón, no espero visitas y, que yo sepa, no he hecho tanto ruido como para que mis vecino de abajo vengan a quejarse, sigiloso voy a echar un vistazo por la mirilla y lo primero que veo es un traje costoso y una mano llena de anillos sosteniendo un ramo de rosas.

Rápido y con una mano en mi boca para evitar hacer ruido, me deslizo por la puerta hasta llegar al piso ¿Qué está haciendo el dueño de todo Busan afuera de mi pequeño departamento? Dios, ¿y ahora qué hago? ¿abro? Bueno, por supuesto que voy a hacerlo, lo menos inteligente sería no hacerlo, y lo peor es que eso es lo que quiero.

Nervioso me pongo de pie de nuevo, contando hasta tres, quito el seguro a la puerta y abro lentamente hasta que tengo una vista completa del alfa más guapo que he visto jamás, él me inspecciona y sonríe de lado arrugando un poco sus ojos de una manera tierna que me derrite un poco el corazón.

- ¿Te gusta Totoro, Fresita?

¿Alguna vez se han sentido la persona más torpe y tonta del planeta? Así me siento justo ahora, en el momento que comprendo el por qué de su pregunta corro a mi cuarto dejando al mafioso más poderoso de la ciudad en mi puerta, aún tengo la pijama puesta y seguro como que me llamo Jimin que mi aspecto en este momento es menos que espantoso.

Mientras intento lavarme los dientes al mismo tiempo que acomodo mi cabello, escucho que tocan a la puerta del baño en el que llevo encerrado unos cuantos minutos.

-Fresita, Jimin, ¿estás bien? -al no escuchar respuesta siguió- No es necesario que te arregles, así te ves hermoso.

¿De donde salió este alfa? ¿Quien le dio derecho de venir y alterar de esta manera mi vida con sus dulces palabras?

-Y-yo siento que me haya visto de esta manera, estoy muy apenado, señor Jeon.

No puede verme, pero aún así hago una media reverencia.

- Hey, no, nada de eso. Ábreme pequeño, te juro que no me importa verte en tu linda pijama.

¿Ahora qué hago? En realidad no tengo muchas opciones, por la prisa no tomé nada de ropa y aquí dentro solo hay toallas y una vieja bata, quiera o no debo salir así.

Abro un poco la puerta y asomó la cabeza para verificar si el señor Jeon sigue ahí, y así es, se encuentra atento a todos mis movimientos, esperando a que salga completamente de mi escondite.

-¿P-Podría darse la vuelta, p-por favor?- Ya me vio en este lamentable estado, pero al menos puedo salvar un poco de mi dignidad.

Parece pensar si cumplir mi pedido o no, hasta que, lanzándome una tranquilizadora sonrisa, se voltea dándome un poco de privacidad.

-Tienes 3 minutos fresita, voy a dejar tus flores en algún florero- camina y antes de salir completamente de mi habitación vuelve a hablar - Por cierto,lindo cuarto, justo como imaginé que sería, me aseguraré de mandar arreglar nuestra habitación de una manera parecida.

Desaparece de mi campo de vista  dejando su aroma por todo mi espacio, y a mí hecho un manojo de nervios ilusionando.

¿En verdad dijo lo que creo haber escuchado?

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Aaaaah me emocioné cuando volví a leer este capítulo 💜

Dulce como helado de fresa  (kookmin) 🍓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora