Capitulo XII

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Devuelta en la mansión de Grey Hat.
Black Hat se encontraba en su habitación sentado en un mullido sillón, mirando distraídamente por la ventana, una mano acariciaba con cierta ternura su redondeado abdomen y con la otra engullía una bandeja completa de pasteles de crema.
Su mirada se perdía entre las inmensas montañas que rodeaban la propiedad, el clima era frio y húmedo y el aire traía consigo el aroma del bosque, hizo una mueca, como extrañaba su mansión, su isla privada donde nunca salía el sol y donde las tormentas eléctricas eran comunes.
Su mano se detuvo al sentir un ligero movimiento en su abdomen. La criatura se estaba moviendo, una pequeña sonrisa cruzo por su cara no era su usual sonrisa malva, no está mostraba algo nuevo, algo que el demonio de corazón negro jamás había experimenta por otros, era amor, ni siquiera se acercaba a lo que sentía por White, no esto era diferente más real más profundo, con gran pesar tuvo que aceptar que la idea de ser padre ya no le parecía tan repulsiva como antes.
Poco a poco la imagen de él con un pequeño físicamente parecido a White Hat inundaban su mente, el llevándolo de la mano a su primera guerra, cometiendo su primer asesinato, enseñándole el negocio, una sutil risa se escapó de entre sus dientes ohhhhh White se volvería loco cuando se enterara.
Absorto estaba, perdido en sus pensamientos que no noto la presencia de Grey Hat entrando a la habitación.
Con su típico andar silenciosamente se colocó a un lado de él.
- Veo que la idea de ser padre ya no te causa malestar alguno – dijo suavemente mirando como Black Hat se sobresaltaba ante su presencia – no deberías alterarte así, no es bueno para él bebé – dijo con su voz carente de cualquier emoción.
- Pues tú no me des esos sustos – dijo mientras se llevaba la mano al pecho intentado calmar los latidos de su corazón.
- No es mi culpa que seas tan distraído.
- Yo no soy…… mira ya dime ¿qué es lo que quieres?
- He venido a comunicarte la razón de tu embarazo.
- ¿Así? No me digas, creí que acostarme con White era la razón de estar así- dijo burlonamente.
- No agotes mi paciencia Black Hat, yo no soy como ese idiota de White que aguanta tus estupideces- dijo indiferente, pero con un brillo aterrador en sus ojos.
- Hm… solo di lo que tengas que decir y déjame solo.
- Impaciente como siempre – tomo asiento frente a Black Hat y lo miró fijamente.
- Y bien, ¿me dirás cómo es posible que este en esta situación?
- Ahhh, según los viejos registros de nuestra familia esto se debe a una pequeña anomalía genética, un fallo en nuestro diseño.
- ¡¡Un fallo!! ¡¡ eso no es posible!! Somos los Hats una de las razas demoniacas más poderosas del universo, los fallos en nuestra familia son inexistentes – exclamo iracundo.
- Hable con lucifer, ¿sabes que él tiene todo el registro familiar de la familia Hats?- lo miro indiferente.
- ¿Lucifer? ¿Te refieres a ese demonio de estúpido sombrero blanco y adicción por las manzanas?
- Sí.
- No – toma un pastelillo y se lo mete en la boca manchado sus labios de merengue – no lo sabía ¿por qué él tiene el registro familiar?
- ¿Será porque es de la familia Blacky?
- No me digas Blacky.
- Oh si lo olvide, solo White puede decirte así.
- Deja de burlarte de mí – lo fulmina con la mirada.
- Je – se le acerca, toma una servilleta y delicadamente le limpia la boca – cuida más tus modales Black Hat.
- Déjate de juegos – le aparta la mano – Grey esto es serio, los Hats no tenemos fallas.
- Los registros no mienten Black Hat, sabes lo meticuloso que es lucifer en lo que a nuestra familia se refiere.
- Sí, pero ¿por qué soy yo el único afectado?
- Eso es porque – le da la espalda y se acerca a la ventana – eres el primero de nuestra familia que es el pasivo en una relación.
- Tienes que estar bromeando.
- Tendré que darle nuevas órdenes a Clug y a tu científico para que aíslen esa falla, para estudiarla.
- ¿Por qué? ¿qué piensas hacer con eso? – lo miro alzando una ceja.
- Ahhh Black Hat – suelta un suspiro – que poca visión tienes para los negocios – con su andar elegante se dirige hacia la puerta – ah una cosa más, deja de comer tantos pastelillos oh te pondrás más gordo – y cerró la puerta dejando a un iracundo Black Hat en la habitación.
- ¡¡ YO NO ESTOY GORDO!! – gritó mientras le arrojaba la mesa, lástima que el maldito ya se había ido – maldito Grey Hat yo no estoy gordo – mira su vientre hinchado – so…solo un poquito pe – sollozo – no es…estoy gordo- sollozo – estúpido Grey Hat – con fuerza se limpió las lágrimas y contuvo sus sollozos – esto es culpa de White  , si no fuera por el yo no estaría así, te odio, Ahhh malditas hormonas.
Grey Hat en su oficina, con la mirada fija hacia la nada, tamborileaba sus dedos con aire distraído, pensando en su próximo movimiento, la información que su tío lucifer le proporcionado cambiaba todo completamente, obviamente no le dijo todo a su hermano, Black Hat no estaba en condiciones para analizar fríamente y con cuidado tal información.
Soltó un suspiro y  camino hacia un espejo que funcionaba como portal hacia diferentes mundos, regalo de su hermano menor Frait Hat con la esperanza de que hiciera amigos, su hermanito podía ser un demonio tan poderoso como el pero seguía siendo un soñador incorregible, se paró frente al espejo y lo admiro, era simplemente hermoso, un espejo hecho de titanio y vanadio incrustado de piedras semi-preciosas, con un diseño nórdico  nada muy llamativo pero elegante a la vista tenía que admitir que Frait tenía buen gusto, con su mano enguantada dibujo en la superficie del espejo las runas específicas para llamar a cierto ser demoniaco de enorme sombrero blanco, de sonrisa tétrica y burlona y no, no se refería a White Hat.
Una niebla lila y espesa cubrió todo el cristal.
Grey espero pacientemente a que la niebla se disipará y pudo ver a su querido (nótese el sarcasmo) lucifer en su habitación revolcándose cual perro mientras le hacía cariñitos a una pequeña niña de hermoso cabello rubio.
- ¿quién es la princesita más hermosa del infierno? – decía con voz dulce, sonreía al escuchar la cristalina risa de la pequeña – así es eres tú, eres tú.
- Ejem ¿llamo mal momento?
El demonio de sonrisa radiante volteo hacia el espejo y sonrió.
- Mi querido sobrino – tomo a su pequeña y se acercó al espejo – dos llamadas en menos de una semana – esto es todo un acontecimiento – acerco a la pequeña al espejo – Charlie saluda a tu primo Grey Hat – la pequeña observo al demonio gris por un momento antes de esconder la cabeza en el cuello de su padre – no tengas miedo princesa él es inofensivo.
- Si ya terminaste de perder el tiempo con cosas sin sentido quiero hablar sobre esa condición que tenemos en la familia.
- Ohhhhh claro, claro esa condición jeje – puso a Charlie en un pequeño corral junto con varios juguetes - ¿quién diría que el primero sería mi pequeño Blacky? –ohh Grey Hat ustedes crecen tan rápido – se enjuaga una lagrima dramáticamente – parece que apenas fue ayer cuando sus padres los venían a dejar con nosotros para cuidarlos, ohh lo recuerdo muy bien, tu siempre fuiste el más serio siempre encerrado en la biblioteca mientras tus otros hermanos jugaban afuera con esas almas atormentadas.
- Lucifer – se masajea las cienes – enserio no tengo tiempo para tu viaje por la nostalgia, dime lo que quiero saber ahora.
- Jeje no has cambiado nada querido sobrino – alargando su mano hizo ademan y abrió un portal solo para dejar que el demonio de gris entrara a la habitación – de todos ustedes siempre fuiste el más impaciente, pero pasa ponte cómodo prueba las galletas las cocino tu querida tía.
- Enserio esto no es necesario- dijo con impaciencia.
- Son de chocolate amargo como a ti te gusta – se le acerca lentamente hasta estar cara a cara solo separados por unos milímetros – relájate y te daré lo que viniste a buscar.
- Bien – se alejó y se sentó en uno de los cómodos sillones que había en la habitación.
- Jeje ¿lo ves? Solo relájate tengo toda la información aquí.
- ¿por qué no me la diste completa la primera vez?
- Eso es fácil – va al enorme libreo de gruesa madera negra y toma un pesado libro con un sombrero en el lomo – sabía que tu insaciable sed de conocimiento te traería aquí – le sonrió – aunque sea solo unos momentos.
- Aquí está todo el registro de la querida y muy venerada familia Hats, adelante es todo tuyo – coloca el libro en su regazo y se dirige a vigilar a su pequeña Charlie de que no se metiera su peluche a la boca.
- Aun no puedo creer que seamos parientes.
- Aunque te pese mi querido sobrino, ohh si no mes dicho quién es futuro padre de la criatura.
- Obviamente es Black Hat – dijo mientras revisaba el libro minuciosamente.
- Oh no me refería al otro padre.
- Oh es White Hat – dijo con indiferencia mientras devoraba todo lo relacionado con la condición de su hermano.
- Ohh diablos esto si no me lo esperaba jajaja y tan decente que se veía White   – se soltó a reír escandalosamente – pero ya se veía venir, siempre le prestaba más atención y era más posesivo con él.
- Lucifer ¿qué pasaría si aisló este gen, lo sintetizo y se lo inyecto a un humano? – despega la cara del libro y lo mira fijamente.
- Ohh eso es interesante – le quito el peluche a su hija y la cargo para darle su biberón – bueno esto es algo inusual pero nuestra esencia demoniaca envenenaría poco a poco al humano , tendrías que romper las cadenas de ADN y completarlas con ADN humano – al ver que la pequeña había terminado paso a sacarle los gases para luego acostarla en el corral – sería la única forma en que pueda ser compatible con los humanos, te daría humanas extremadamente fértiles y varones en el caso de ser pasivos la habilidad de como Black Hat de embarazarse ¿por qué la pregunta?
- Curiosidad, simple curiosidad – cerro el libro - ¿te molesta si tomo prestado el libro por un tiempo?
- ¿qué estás tramando mi pequeño sobrino? ¿acaso quieres embarazar a alguien? – sonrió – ¿a tu científico tal vez?
- Más bien pensaba en el científico de Black, un proyecto como este podría poner mi compañía por encima de las de mis hermanos
- Ustedes siempre compitiendo.
- Gracias por la información Lucifer.
- Cuando quieras sobrino ¿te veré pronto?
- Ta vez – atravesó el portal del espejo y desapareció.
Grey Hat dejo el pesado libro en su escritorio, se quitó el saco, levanto el teléfono ha hizo una pequeña llamada.
- Clug, ven a mi oficina ahora – ordeno suavemente – y trae al doc. Flug contigo, tengo algo que probar en ustedes.
- En….enseguida mi…baww…. Señor…..Grey Hat…baww – se corta la llamada.
Colgó y espero pacientemente mientras penaba en cómo hacer que esto fuera un éxito.
- Espero que Black Hat no le importe prescindir de su empleado por un tiempo.

una consecuencia inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora