Preparándonos

1.5K 86 57
                                    

Por fin, el día del evento.

Todos emocionados, chicos con corbata, chicas con preciosos arreglos en el cabello, todo perfecto... ¡Oh! Esperen, hay una persona que no quiere arreglarse, veamos más de cerca.

-¡Vamos Astrid! Abre la puerta, ¡No puedes hacer esto toda la noche! -Gritó la chica de largo cabello rubio.

-¿Es un reto? -Astrid trataba de cerrar la puerta de su habitación con todas sus fuerzas, mientras sus amigas intentaban abrirla.

-Astrid, por favor abre la puerta -trató de razonar Elsa -. Estás siendo muy infantil ahora mismo, sólo es un vestido, no es una herramienta de tortura.

-¿Estás segura de eso?

-Suficiente, voy a entrar -llamó la atención la pelirroja, retrocediendo para tomar impulso y empujar la puerta con su hombro -respeto tú privacidad Astrid, pero si yo me pondré un vestido, tú también lo harás.

Jenni también ayudaba a empujar la puerta, pensando cómo era que Astrid hacía un revuelo por un simple atuendo. Le recordaba a un niño haciendo una rabieta.

-¡Vamos, Astrid! No tenemos toda la noche y tengo que arreglarte.

-¿Porque tengo que hacerlo? Es decir, usaré un vestido en mi boda, ¿Acaso eso no es suficiente?

-Astrid, se lo prometiste a Hipo -el comentario de Anna hizo que poco a poco, Astrid relajara sus fuerzas, resignada. Había hecho una promesa.

-¡Se acabo! -gritó Mérida, corriendo en dirección a la puerta. De pronto, la puerta se abrió, provocando que cayera en algún lugar de la habitación.

-Lo siento -Astrid intentó disculparse mientras veía como la chica anterior se encontraba de cabeza, mirándola con molestia.

-¡Al fin! Empezaba a considerar la idea de tirar la puerta.

Astrid río, en verdad había hecho un escándalo.

-Vamos, ni siquiera yo estoy haciendo un escándalo -se burló Mérida mientras se levantaba.

-Vamos, hazlo por Hipo, una promesa es una promesa.

Astrid asintió.

-Si lo harás, ahora vamos, ¡yo también quiero verte con vestido! -el rostro de Jenni delataba su emoción.

Thor, ayúdame.

Bien... Tal vez no todos estén tan emocionados por arreglarse, pero ¿qué pasa con los chicos? No puede ser tan difícil para ellos, veamos.

-Jack, por última vez, ¡La corbata no es una cinta para la cabeza! -gritó alterado el chico de cabellos rubios, quitando la corbata de la cabeza de su amigo.

-¿Por qué no? Se ve mejor y es más divertido -alegó.

-Chicos, ¿cuál corbata resalta mis ojos? - Eugene sostenía una corbata azul y una verde.

-Ninguna -Respondió Aster, con un rostro demasiado serio.

-Auch.

-No le des importancia, Eugene,
. Está nervioso por estar con Toothiana - dice canturreando.

-¡Cállate, anciano!

-Admítelo, tiene razón.

Eugene parecía buscar a alguien con la mirada.

-¿Dónde está Hipo?

-Aquí -avisó, saliendo de una habitación- ¿Cómo me veo? No acostumbro a usar traje.

-¡Te ves genial!

-Esa corbata resalta tus ojos.

Los chicos rieron.

-Gracias, sólo espero impresionar a Astrid.

Aster se acercó a él, colocando una mano en el hombro de Hipo.

-Te entiendo.

-Y yo estoy ansioso por ver a Anna.

-Ahora que lo mencionas, yo también estoy ansioso por ver a Elsa, la he visto usar vestidos antes, pero cada vez es única.

Hipo suspiró.

-Lo entiendo, no creí que Astrid hiciera la promesa de usar un vestido para el evento.

-También fue una sorpresa para nosotros, Hipo.

-Estoy nervioso.

-Creo que todos lo estamos.

Un pequeño silencio se creó, mientras terminaban de arreglarse.

-¡Te dije que no es una cinta para la cabeza! -el rubio comenzó a correr, intentando alcanzar a Jack.

-¡Era broma! ¡Ayuda!

-Bueno, al menos ya no tienen ese ridículo tinte -Aster río.

-Ni lo menciones -Hipo miró de mala manera al culpable de aquel suceso.

-Perdón, pero admitan que se veían bien, hasta tiernos.

-Si, claro -respondió sarcástico.

-¡Vuelve aquí! ¡Anciano!

-¡Solo estaba jugando! -gritó, acelerando el paso, evitando que Kristoff lo atrapara.

Esto es más difícil de lo que creí.

Pensó, observando como los chicos corrían, Eugene se miraba al espejo y Aster se peinaba con sumo cuidado.

Bien, llegamos a la conclusión que estos chicos no tienen remedio, pero todo sea por pasar un buen rato entre amigos.

Los eventos de este tipo pronto terminarían para ellos, así que era mejor disfrutarlos mientras podían.

La deportista y el tímido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora