Tetsurou Kuroo/Kei Tsukishima
[ Drabble; Mature; Mental Health Issues ]
Le preguntaron todos los detalles que pudiera recordar. Él empezó con sus ojos dorados como un tesoro, sus dos grandes monedas ámbar escondidas tras unos párpados caídos y oscuras ojeras, brillando como siempre, reluciendo tal diamante y aclarándose ante el sol, siendo capaz de ver a través de ellos. Le miraban a él, solo a él, y le decían cosas que no logró entender a tiempo. Luego se perdían en la nada, gritando auxilio en silencio.
También habló de sus manos, de sus largos dedos, de su huesuda piel y de sus frágiles muñecas. Las caricias suaves en su frente, enredándose en su cabello cuando dormía, quitando los mechones con tranquilidad mientras disfrutaba de la sensación, desconociendo que en realidad él estaba tan despierto como él y anhelaba que continuase con su toque.
Deberían haber hablado. Debería haber abierto los ojos en ese momento, agarrar su débil brazo, empujarlo sobre su cuerpo y abrazarlo como si el mundo se acabara al día siguiente.
Le preguntaron, también, por su relación. Nunca hubo una, así que fue una pregunta fácil que tardó en responder. Se habían mirado y se habían acariciado. Sus corazones se pertenecían, pero nunca habían sido el uno del otro. Era miedo lo que advertía. Al qué dirán. Al si, en realidad, era todo una fantasía. Quizás él no sentía la misma presión en el pecho cuando se encontraban juntos. ¿Y si nada era real? Le contarían la verdad y, entonces, él la odiaría. Escupiría en su rostro y no lo volvería a tocar. No lo volvería a mirar.
No había manera de que pudiera vivir así.
Volvió a recordar sus ojos y su tacto porque, de repente, había olvidado su voz y cómo olía. Sus dos grandes orbes dorados, sus largos y finos dedos huesudos. Lo repitió y lo visualizó. Sus dos grandes orbes dorados, sus largos y finos dedos huesudos. Todo era real, él lo sabía.
Finalmente, le preguntaron si sabía cómo apareció enterrado en un bosque a las afueras de la ciudad después de haber pasado meses desaparecido. Dos metros bajo el nivel de la tierra. No tenía ojos, ni tampoco manos. Y Kuro se obligó a pensar, de nuevo, en sus ojos y en sus manos, porque sabía que él los había mirado y las había acariciado.
Estaba seguro de ello.
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Los del vóley [Haikyuu!!]
FanfictionPequeñas historietas sobre mis bebés de Haikyuu en donde todos son gay. ** Los One-Shot también se publican en AO3. No os miento: Los primeros capítulos apestan, pero se vuelven mejor conforme avanzan xD. Disclaimer: Los personajes pertenecen a Har...