KATE POV
¿Qué demonios me habrá preparado Diego? Llevaba cómo una semana raro, no sabía que estaba tramando. Normalmente él no se puede callar nada y lo suelta todo corriendo, pero esta vez había sido diferente. Cuando le preguntaba que estaba preparando se callaba como una tumba y no soltaba nada.
Había decidido ponerme una falda negra y un jersey burdeos. No sabía si iba poco arreglada ya que no me había dado ninguna pista. Diego nunca había tenido ninguna novia, bueno yo no era novia, mejor dicho amiga con derecho a roce durante dos meses. Ya se que era poco tiempo pero con él parecía como lleváramos más de un año, ya que nos pasamos juntos todos los días de verano.
Era raro que estuviera aguantando tanto, me refiero a algo más que unos besos. Ya que había días que nos pasábamos y tenía que darse una ducha de agua fría para bajar su temperatura. Me encantaba que me esperara ya que tiene 20 años y los chicos a esas edades no paran pero él me respeta y me respetara.
Me contó que antes de empezar con esto que tenemos, solamente tenía rotos de una noche. Había intentado conocer a algunas chicas pero ninguna le había llenado para centrarse. Pero al parecer había encontrado en mí aquello que en ninguna encontró. Suena el teléfono.
- Hola K, ya estoy abajo esperándote- me dice Diego.- no he llamado a la puerta por que no se quién esta y bueno no se- me lo dijo nervioso. Estaba siendo muy mono.
- No te preocupes no hay nadie. Bajo y te abro. Me queda pintarme los labios y cojee unas cosas.- le digo.
- Bueno no te preocupes, me quedo en el coche.
- Okey, en menos de cinco minutos bajo.- le digo y cuelgo.
Me doy la prisa que puedo, era raro que estuviera lista a la hora me había dicho ya que siempre le hago esperar como media hora. Será porque tengo muchas ganas en saber que me ha preparado. Cierro la puerta con llave y me dirijo hacía su coche. Estaba apoyado sobre el coche. ¡Dios! que guapo estaba y que arreglado.
- Si lo hubiera sabido me hubiera arreglado más.- le digo acercándome a darle un beso.
- ¡Qué hablas! Estas guapísima.- me sonrojo en cuánto lo oigo.- Vamos, que la reserva esta hecha a las nueve.- me abre la puerta. Se estaba comportando como un caballero y se le notaba muy nervioso.
- Suena a caro. No deberías de haber preparado nada Diego.
- Sabía que me ibas a decir eso pero me da igual, una vez no pasa nada. Aparte no sabes ni donde es.- arranca el motor.
En camino puedo notar como Diego está muy nervioso. Hablamos poco ya que tardó solo diez minutos en llegar.
- Ya estamos aquí.- me dice. No sabía donde estábamos exactamente, pero estábamos al lado de del mar.-vente vamos.- le sigo. De repente veo como se dirige hacía una casa que por fuera parecía bastante grande. Primero abre la cancela y seguidamente la puerta de la casa. - lo de la reserva era mentira,- se ríe- sólo era para que tuvieras otro pensamiento sobré a donde íbamos a ir.- entró en la casa y me encuentro al final de la casa, una terraza con una mesa llena de velas.
- No me lo puedo creer ¿y esto? ¿a qué viene?
- Pues que nos merecíamos ya una cita en condiciones, ya que nunca habíamos tenido.- me dice con una sonrisa.
- Ah pero yo no sabía que los amigos con derecho a roce no tenían citas.-le digo con una sonrisa picarona. Por lo que veía, hoy me iba a pedir salir.
- Bueno, quizás después de dos meses juntos ya deberíamos de salir juntos.
- No no- le digo negando con el dedo- si quieres pedirme salir contigo, me lo tienes que pedir de verdad.
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Un juego de amor
Teen Fiction- ¿Cual es tu color favorito?- le pregunto con una sonrisa. - El de tus ojos- me dice. - No pensaba que fueras así. - Yo tampoco pensaba que me ibas a ganar.