Un juego de amor

Capítulo 25

- Lian corre escóndete mi madre ha llegado.- le digo levantándome. Lian se levanta corriendo intentando buscar un sitio donde esconderse, pero iba a ser que en mi cuarto no hay muchos escondites.

- Corre métete en la cama.- me dice y le hago caso, pero sin saber realmente por que lo decía. Veo como se mete debajo de las sabanas.

- ¿Qué haces?- le pregunto exaltada, eso de que se pusiera encima mía no me parecía buena idea si mi madre estaba delante.

- No te preocupes no voy a hacer nada.- me dice riéndose y hago lo mismo, ya que me estaba empezando a hacer cosquillas.

- Como me sigas haciendo cosquillas nos va a pillar.- le digo levantando la sabana para que viera mi cara de seria.

- Está bien.- me dice riéndose.

Esto de que se escondiera en la cama no había sido buena idea, ya que me estaba levantando la camiseta y seguidamente me empezó a dar besos por la barriga, y estaba empezando a subir hacia arriba.

Oigo como mi madre estaba acercándose hacía mi puerta, llevo cabreada con ella seis días por lo que no creo que entre, pero por si acaso había escondido a Lian en un sitio.

- ¿Brek estás despierta?- me pregunta mi madre tocando la puerta.

- Pasa.- le digo y busco debajo de las sabanas la mano de Lian, y él había hecho lo mismo, casualmente.

- En primer lugar, te has comportado como una niña pequeña con todo lo que has hecho.- empiezo a apretar la mano de Lian, con el fin de calmarme porque iba a soltarle una de mis borderías- Por otra parte entiendo que te hayas puesto así, pero siempre busco lo mejor para todos.- la cara de mi madre no cambiaba, se notaba que estaba dolida con lo que había hecho.- A pesar de tu comportamiento, me he enfrentado a tu padre y le he dicho que no íbamos a pasar la navidad que fuera, que hiciera lo que quisiera pero que nosotros no nos vamos a mover.

- Gracias mama.- le digo.

- No me las des. Ya es hora de que me enfrente a tu padre, como lo hiciste tú.- me dice y se da la vuelta para salir de mi cuarto.- Y otra cosa, la próxima vez que quieras que Lian se quede a la casa a dormir tiene que hacerlo en la habitación de invitados. Hola Lian.- dice cerrando la puerta, los dos nos reímos, bueno mas bien yo porque podía notar como Lian estaba muerto de vergüenza.

- Hola Karen.- dice Lian e inmediatamente levanto la sábana para verle la cara.

- ¡Dios! La he cagado.- dice poniéndo su cabeza en mi barriga.

- Ya no le vas a gustar tanto.- le digo riéndome.

- No sabía que te habías puesto un pijama tan sexy.- me dice mirándo el pijama y seguidamente me envuelve en sus brazos y me da la vuelta, con lo que me posiciono encima suya.- No vuelvas a jugar conmigo.- me dice. Nuestras respiraciones empezaban a entrecortarse.

- Siempre voy a jugar contigo Lian.- le digo dándole un beso.- Uno a cero guapetón.

- Me da igual que me ganes siempre y cuando después durmamos juntos.- me dice.

- Como ha dicho la jefa ya no puedes dormir en mi cama.- le digo con cara picarona.

- Pues entonces no te dejare ganar nunca más.- me dice.

- Eso ya lo veremos.- le digo y me levanto de la cama en dirección al cuarto de baño, y cierro la puerta.- He decidido que voy a empezar a trabajar.

- ¿Enserio? ¿Dónde?- me pregunta sorprendido. ¿Hay algún problema con que quiera a trabajar? Estoy harta de pedirle dinero a mi madre, quiero a empezar a ganar las cosas por mi misma. Con esta edad es normal trabajar, pero como estoy en instituto de pijos asquerosos, eso se ve demasiado mal.