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Mirarla de esa forma me dolía, mirarla dolía

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Mirarla de esa forma me dolía, mirarla dolía..

Su rostro de preocupación, su paranoia, sus enormes ojeras, sus labios resecos...
Esto no le estaba haciendo nada bien, las cosas se habían vuelto delicadas desde que entraron a su casa a romper todo, le había dicho que si quería irse a mi casa junto con Becca y Lana, pero me respondió que no quería, ésta era su casa y debía encargarse de cuidarla, en cierta forma la entendía, en esta casa ella vivió con sus padres...

Así que me encargaba de cuidarla todo el día hasta que se quedara completamente dormida, trataba de distraerla, le llevaba comida y una rosa diariamente. Los chicos también la visitaban, y nos habían ayudado a conseguir algunas cosas que destruyeron.
Por mi parte, yo les dije a mis padres lo ocurrido y ayudaron a poder cambiar los sillones a unos casi identicos, ella estaba muy agradecida con ellos, desearía poder haber sacado una foto de ella cuando vio que su casa había vuelto a ser casi la misma.

En cuanto al panda que le regalé, el anterior había sido totalmente destruido, así que un día que ella se quedó dormida, fui hasta aquel parque y después de tres intentos pude conseguir otro igual, se lo di junto con unas rosas y girasoles, recuerdo que sonreía muy feliz, y yo me sentía totalmente lleno y realizado cada que veía sus bonitos dientes.
También me había encargado de cambiar las fotos rotas y colocar otras y unas nuevas. Colocamos una alarma por cualquier cosa que sólo se apagaba con un código, Mallory decidió poner el día en que ambos nos conocimos.

-Tranquila, debes salir a despejarte.-tomé su mano e intenté sacarla de su casa, ella asintió cansada y caminó a mi lado, le tenía una sorpresa preparada para alegrarla.

-Vamos.-corrí hasta el auto y le abrí la puerta del co-piloto, ella subió y cerré la puerta, tallé mis manos emocionado de que viera la sorpresa que le había hecho sólo para ella.

Coloqué un poco de música para disipar el silencio, sonó su canción favorita, "beautiful" de Bazzi, comenzó a cantar sin darse cuenta de que yo la miraba de reojo, ella cantaba tan feliz mirando hacia enfrente, hubo un momento dónde me miró y comenzó a cantar.

-Your touch is heaven-sen -me señaló- beautiful, beautiful sight right now, beautiful beautiful life right now -reí mientras conducia hasta su restaurante favorito que estaba a las afueras de la ciudad, cada año desde que la conocí y antes de que se fuera a L.A, ahorraba y la llevaba ahí por su cumpleaños, quise llevarla ahora para que se distrajera un poco.

Llegamos al restaurante, ella dió un gritito de emoción a lo que yo sólo reí, estacioné el auto en la entrada y salimos, entramos y tomamos un mesa.

Cuando ordenamos, sonreí, ordenamos exactamente lo mismo que comiamos cuanso teníamos 16, ella miraba a su alrededor, yo la observaba fascinado por lo hermosa que era ella.

Estaba totalmente enamorado de ella.

La cena transcurrió normal, me contó que ya había tramitado sus papeles para su próximo año de universidad junto con nosotros, estaba muy feliz de que por fin volveríamos a cursar juntos este año, tal vez no en las mismas carreras, pero eso la hacía feliz, le conté sobre mi extraña visita con la abuela, quien me dijo que yo ya estaba en edad de casarme.

-¿Y qué le dijiste?-preguntó con tono divertido, se cubrió la boca para preguntar.

-Le dije que aún no estaba en mis planes.-cortaba mi carne, metí un pedazo a mi boca y sonreí- o sea si quiero, pero no por ahora.

-¿Ya tienes a alguien en mente?-me miró.

-Desde los 10 años.-la miré y ella se sonrojó, tomó un poco de agua y hablo.

-¿Quien?-me miró, colocó su rostro sobre sus manos.

-Katy Perry por supuesto.-reímos y me lanzó una servilleta a la cara, amaba estar con ella.

Y quería hacerlo toda mi vida.

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Después de la cena salimos a caminar al parque estaba cerca de aquel restaurante, ya era algo tarde, así que las luces nocturnas estaban encendidas, nos sentamos en una banca cerca de una fuente iluminada.

-¿Y? ¿te gustó que te trajera aquí? -sonrió, me observo.

-Nunca creí que volvería a ese restaurante, más bien, no creí que volvería a verte Finn...-tomé su mano, acaricié sus nudillos con mi pulgar, ella me observó un momento, tomé muchisimo valor, respiré profundamente e hice la pregunta.

-Mallory....¿puedo besarte?...-dije sin pensarlo, la sangre se me subió a las pecas y mi estómago se revolvió con montones de mariposas, ella sonrió, y asintió con la cabeza. Sonreí, me acerqué un poco más a ella, enredé mi brazo en su cintura y con la otra mano tomé su rostro, ella colocó sus manos en mi pecho, me acerqué a ella y finalmente la besé.

La besé cómo siempre quise hacerlo desde que tenía 10 años, cómo siempre quise hacerlo cada que la miraba distraída, cómo lo soñé tantas veces.

Ambos estabamos temblando de los nervios, podía sentirlo, sentí sus rodillas junto a las mías, sus manos acariciaron mi cabello, enredé ambas manos en su cintura profundizando el beso, no quería que nada de esto terminara jamás, pero el aire nos comenzó a faltar, nos separamos un poco y bese su frente.

-Te amo Mallory.-coloqué mi barbilla en su cabeza, aspiré su aroma.

-Y yo a ti Finn.-me abrazo y recargó su cabeza en mi pecho.

Un beso.

El primero.

Up to no good // Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora