Después de presenciar la muerte de mis padres, mi tía Genevieve me llevó a vivir con ella a L.A.
Tres años después, regresé a Vancouver, dispuesta a enfrentar todo, pero lo que no sabía era que las cosas iban a tornarse más tensas....
● Esta histori...
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Podría decirse que hasta ahora todo era bueno y genial, todo iba bien en estos días y me sentía mucho mejor con el paso del tiempo, obvio que aún no estaba del todo bien, pero tenía que salir adelante, estaba volviendo a ser casi cómo era antes.
Había conseguido un empleo cómo pasante en una empresa de arquitectura, me pagaban poco pero era algo bueno ya que aún era una estudiante, era lo suficiente para poder mantener algunos gastos míos. La gente ahí era muy amable, y el jefe, Ben Hanscom, personalmente me había entrevistado, tuvimos una larga charla, pero finalmente acepto que hiciera mi pasantia ahí, hacía pequeños trabajos, era asistente personal, pero de verdad sentía que poco a poco iba a cumplir mi sueño.
Finn pasaba por mi cuando salía del trabajo, todas las tardes, después nos íbamos juntos a comer cualquier cosa.
Pero hoy fué diferente.
Llevaba más de 30 minutos esperando a Finn, pero no llegaba, me preocupe un poco pero seguí esperando, hasta que recibí una llamada, alcé mi telefono y contesté sin revisar.
-¿Dónde está...-mi oración fue interrumpida por una voz bastante conocida, que hizo que mi piel se erizara y mis ojos se humedecieran.
-Hola Mallory -río- tanto tiempo sin escuchar tu hermosa voz.
-¿Th...Th...Theodore?-dije mientras temblaba.
-Así es, querida, es un hermoso placer oírte de nuevo.
-¿Dónde está Finn?-dije en voz alta, casi gritando- ¿¡Dónde está!?
-Oye, tranquila -río- él esta...bueno, escuchalo tu misma.-pude escuchar la respiración algo agitada de Finn.
-¡Finn! -grité, comencé a caminar hasta mi casa algo rápido, necesitaba ayuda- ¿¡Estás bien!? -dije con lágrimas cayendo en mis mejillas.
-Oh lo siento, no puede hablar -ríe- espera -se escuchó que le arranco una cinta de la boca.
-¡Mallory! -gritó Finn- ¡no vengas, para nada, no vengas por favor!
-¡Cállate idiota! -se escuchó una bofetada y un quejido de Finn, supongo que volvió a ponerle la cinta porque ya no escuché nada más que gritos ahogados.
-No le hagas nada por favor. -dije.
-Oh pequeña, no les haré nada.-¿les haré?
-¿Les haré? ¿¡qué quieres decir con eso!? -grité.
-Oh...tenemos invitadas.-río y se escuchó que arranco otra cinta y escuché la voz de...
