Después de presenciar la muerte de mis padres, mi tía Genevieve me llevó a vivir con ella a L.A.
Tres años después, regresé a Vancouver, dispuesta a enfrentar todo, pero lo que no sabía era que las cosas iban a tornarse más tensas....
● Esta histori...
"Nunca nada me había asustado tanto hasta que tus ojos se cerraron frente a mi.... Y no sabía si los volverías a abrir"
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Había estado aquí casi cuatro días, lo sabía porque había visto el sol salir cuatro veces, el hambre hacía que mis tripas rugieran realmente fuerte, las nauseas me inundaban, la sangre seca de los golpes que Theodore me había dado se combinaba con la fresca, ni siquiera había dormido así que supongo que tenía unas ojeras realmente grandes, incluso la cinta en mi boca me había hecho sangrar varias veces debido a la nula delicadeza que Theodore tenía al arrancarla para darme medio vaso de agua, mis manos realmente dolían por estar atado tanto tiempo, mis piernas se adormecían cada cierto rato por permanecer tanto tiempo sentado y tenía mucho frío.
Por lo menos Theodore era comprensivo con Becca, a quien le daba un poco de comida y más agua que a mi, e incluso le había dado una delgada manta...
Quería salir de aquí, pero realmente no encontraba una salida, y el estar atado a una silla de metal pesado lo hacía incluso mucho más difícil.
Estaba realmente cansado, quería dormir y estar junto a Mallory, mi hermosa novia quien seguro debe estar muy preocupada por mi...
Escuché que Theodore entró y me apresuré a levantar la cabeza, me mantuve firme mientras lo miraba, no quería que pensara que me intimidaba o tenía miedo, porque no lo tenía.
Para nada.
-Hola idiota...-me dió una "ligera bofetada" cómo saludo, suspiré, jaló una silla y se sentó frente a mi, mirandome fijamente- ¿sabes? Hoy tendremos una visita especial, una amiga tuya vendrá...¿amiga? -hizo una mueca- quise decir, tu novia y amor de mi vida vendrá...-se levantó y me dió unas palmaditas en la cara, tomó camino hasta la puerta y cerró, Becca y yo nos miramos con la cara llena de pánico...
Mallory vendría, y eso no era para nada bueno.
Traté de desatarme, pero no pude, era inútil...
No pude.
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Había pasado un largo rato desde aquella noticia, estaba realmente preocupado por Mallory, por lo que pasaría, mis manos sudaban aunque tenía muchisímo frío, estaba muy preocupado...
De repente, Theodore vino hacia a mí, tomó la silla y la jaló hasta el centro de la bodega, y después caminó fuera del campo de visión que la oscuridad me permitía tener, una sola luz se prendió y me deslumbró, me apuntaba a mi, traté de cerrar los ojos para acostumbrarme un poco.
