Capítulo 1

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No podía respirar, los pulmones me quemaban, me faltaba el aire y lo único que veía era oscuridad, estaba perdida. No sabía si estaba en un sueño, uno en el que no recuerdo mi nombre, dónde estoy o lo que soy. Luchaba por respirar, por abrir mis ojos pero no lo conseguía... Hasta que por fin vi una fuerte luz blanca y conseguí tragar un poco de aire.

—Despertó— fue lo primero que escuché.

—Tranquila, ya vendrá el doctor— esa fue una voz ronca que supongo me hablaba a mí. Yo seguía con la vista en el techo, ni si quiera veía quienes estaban junto a mí. Me seguía sintiendo perdida, sin saber dónde estaba o con quiénes pero para ser sincera no me importaba ahora, solo quería respirar sin que me dolieran los pulmones.

Escuché que una puerta se abrió y entró alguien.

— ¿Cómo te sientes? — volteé la mirada hacia la derecha y tres hombres me veían, a la espera de mi respuesta.

— Agua— fue lo único que pude decir, mi voz sonó áspera. El chico que estaba junto al doctor tomó una botella de agua de la mesa junto a mí, la abrió y me ayudó a sentarme luego me la tendió para que la tomara. Bebí un poco de agua y sin ganas respondí:

— Perdida y cansada— los tres  me veían esperando que continuará pero yo no tenía ganas de hablar.

— ¿Cómo te llamas cariño? — siguió el doctor.

¿Cómo me llamaba? Mi mente empezó a maquinar del por qué no recordaba mi nombre, hace más o menos 20 minutos que desperté y no me había parado a pensar en mi nombre.

— Tranquila, no te alteres, seguiré con algunas preguntas, tú solo responde— estaba más perdida que antes, empezaba a odiar esa sensación.

— Megan— susurre, no estaba segura de dónde saqué ese nombre, apareció de la nada en mi mente — ese es mi nombre ¿verdad?

— Sí, al parecer ya lo recordaste, ahora dime ¿en qué año estamos? — inevitablemente volteé a ver al chico que me había pasado la botella con agua, su rostro no demostraba emoción alguna, sus ojos negros estaban sin expresión. Regrese la mirada al doctor y respondí:

— 2009— podría no recordar mi nombre pero si el año en el que estaba o eso creía. La mirada del doctor era de preocupación pero siguió con las preguntas:

— ¿Qué es lo último que recuerdas?— no me dijo si me había equivocado en el año, tal vez si lo hice. En cuanto a qué era lo último que recordaba, era nada, solo oscuridad y la horrible sensación de no poder respirar, de sentir que me ahogaba.

— Nada— respondí, ahora volteé a ver al otro chico, este a diferencia del que me paso la botella tenía los ojos verdes y me veía preocupado.

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