Un nuevo sentimiento

Capitulo 8.

Narra Jeremías.

El día de hoy mi familia y la familia de Ignacio tenemos una reunión con la familia central, es obligatorio la familia de Ignacio es de policías y la mía de traficantes la familia central es la que mantiene todo en orden y lo que ellos dicen hay que acatarlo, hoy uno de sus miembros iría a unos bares a ver qué todo estuviera bien y me encargaron acompañarlo, que fuera a esperarlo en el sector  y bar número 6 de la zona así que me aliste para ir ahí.

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Estaba en el bar me dijeron que el chico es más o menos de mi edad e iba de negro con blanco a lo que le reste importancia lo que me sorprendió es ver a Valentino ahí.

Hola - dijo acercándose - no esperaba verte a ti, con mi suerte esperaba a Ignacio para pegarle por lo que te hizo - dijo sonriendo, lo que causó un sonrojo en mi.

Nah, no vale la pena - dije devolviendo la sonrisa, nos dirigimos hacia el punto designado a esperar órdenes.

¿No quisieras una vida normal? - pregunto mientras veíamos el atardecer.

A veces - dije serio.

Quizás la lleguemos a tener - dijo mirándome a los ojos.

Oye... - no pude terminar al sentir un abrazo de parte de el.

Quiero que seamos novios - me dijo al oído y eso hizo que me estremeciera - pero no quiero apurarte, quiero que cuando digas si es por qué ya estés bien de haber dejado a Ignacio tómate tu tiempo - me dijo mientras se soltaba y seguía caminando.

Esta bien - dije sonriendo - yo quiero lo mismo - pensé y seguí su paso.

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Llegamos al destino y hay estaba mi padre con la madre de Ignacio, los padres de Valentino y Ignacio.

Hola - dijimos nosotros dos.

Hola - dijo mi padre - vayan a esta dirección, este tipo nos debe dinero y queremos que lo vayan a cobrar si no se los da lo matan -dijo serio.

Bueno - dijo Valentino tomándome del brazo mientras empezamos a caminar - joder - pensé, sentí que me sonrojaba y la sonrisa de Valentino era la respuesta de que si.

Te ves lindo - dijo Valentino mirándome con ternura - eres muy Kawaii - dijo con vos más aniñada, es la primera vez que veo su lado infantil, es algo tierno.

Lindo - le dije sonrojado, y así fue el viaje lleno de bromas y confesiones hasta que llegamos al lugar.

Bien - dijo el - hay 8 hombres adentro - dijo mirando por una ventana - yo entro tú te quedas si escuchas algo inusual entra ¿Okey? - yo solo asentí - bien - dijo entrando rompiendo la puerta.

Lo único que escuche fueron 3 gritos y 2 disparos, cuando hubo silencio entre.

Habían 4 hombres con herida de bala en el cráneo y 4 con Cuchillos en su corazón y cráneo y el son heridas ni manchas de sangre.

Hola - dijo sonriendo.

Hola - dije viendo esa escena.

¿Nos vamos? - dijo tomando una bolsa de hierba mediana.

Vamonos - dije asustado, el trato de abrazarme pero lo empuje.

No te lastimaria nunca - dijo con una sonrisa - es más si fuese necesario moriría antes de que te pasará algo.

Esta vez yo lo abracé - es tan tierno, pensé y sin dudarlo, lo bese en ese atardecer, nos separamos a los minutos por falta de aire - quiero ser tu novio - dije sincero y listo para superar a Ignacio el causaba ese nuevo sentimiento en mí y quiero que eso siga así y no se pierda, el solo sonrió y me asintió.

Acepto - dijo el sonriendo.

Seguimos el camino de regreso tomados de la mano.

Jeremías! - grito mi padre al vernos llegar con las manos entrelazadas- ¿Que es eso? - dijo serio.

Esto es amor señor - dijo Valentino.

Hijo estamos orgullosos - dijeron sus padres abrazándolo.

Jeremías - voltee a ver a mi padre que estaba con mi ¿madre?, Desde cuándo está aquí - te apoyamos en ti desición - dijeron sonriendo - eso ya lo sospechabamos desde hace años hijo, no te sorprendas - dijeron yo solo llore y los abrace.

Los amo - dije, por suerte no está Ignacio ni su familia pensé.

Nosotros a ti - dijeron mis padres sin duda a sido una gran tarde.

Valentino y yo pedimos pasar la noche en mi casa y ellos aceptaron por suerte mañana es domingo y tenemos días libres nosotros menos nuestras familias, por suerte tendremos casa sola, me sonroje al pensar en Valentino y yo teniendl relaciones.

¿En qué piensas? - me preguntó Valentino sonriendo.

En nada - le contesté, aunque al parecer no creyó ya que hizo cara de perrito triste.

Dime - dijo posando su cabeza en mi hombro.

Después - dije sonrojado como un tomate.

Bueno - dijo dejando un beso en mi cachete que hizo estremecer mi cuerpo.

Al llegar a mi casa fuimos a la cocina y me puse a pensar en que comer ya que no se cocinar mi sirvienta cocina siempre.

Bien - dijo sonriendo y sacando cosas de la estantería y empezando a preparar la cena.

¿Cocinas? - pregunte sorprendido.

Si - respondió - eh tomado una que otra clase - dijo sonriendo.

WOW, así que eres un cocinero, asesino, traficante, dueño de bares y osito de peluche, ¿todo en uno? - dije sonriendo.

Algo así - sonrió devolviendo la sonrisa - y también soy bueno en la cama - dijo sonriendo.

Eso último me hizo sonrojar - yo igual se mis trucos - dije tratando de sobresalir aunque solo lo había hecho una vez y no me gustó para nada, en que problema me metí pensé mientras él se mordía los labios.

Ya lo veremos - dijo lamiéndose mientras servía la cena - come que está caliente - dijo mientas se sentaba - espero te guste.

Con tal que no me envenenes estamos bien - dije sonriendo el me miró serio.

Cuando terminamos de comer fuimos a mi habitación y los acostamos en la cama, la verdad no quería apresurar las cosas y al parecer el me entendía y que tampoco hizo ningún intento de sobrepasarse, es tan dulce.

Dulces sueños - dijo besándome la mejilla - sueña con los angeles, osea yo.

Para eso mejor dime qué sueñe con el diablo - dije sonriendo y el me mordió el cuello haciendome un chupetón.

Hay nos quedamos dormidos los dos bajo el brillo de la luna y las estrellas ya que a la par de mi cama hay una ventana que es una puerta deslizante en la que ya me he pegado 3 veces cuando estoy recién despierto.