30 Días OTP {Karmagisa/Nagikaru} Terminada

9-. De compras

Narra Nagisa

Karma y yo estábamos caminando por un calle dónde habían varias tiendas de todo, íbamos a hacer una pequeña fiesta entre todos los de la clase 3°E y a nosotros nos tocó comprar las bebidas.

—¿Porqué era la fiesta? —Preguntó mi pelirrojo mientras llevaba la bolsa con cinco botellas de refrescos y muchos jugos de fresa.

—Ehh, no sé, simplemente Rio-san lo propuso y a todos les gusto la idea. —Yo llevaba otra bolsa pero más pequeña con unos zumos y algunos ramunes.

Karma suspiró y se sentó en un banco que había cerca de donde estábamos, colocando la bolsa a su lado. Coloqué la otra bolsa al lado de él.

—Tengo que ir al baño, no bebas ningún jugo.

—No puedo prometerte nada~

Reí leve y le di un beso en la comisura de los labios, luego fui a una pequeña tienda que nos había llamado la atención.

Era una tienda de peluches de todo tipo, desde personajes de mangas hasta de animales.

Cuando pasamos, vi que Karma miraba de reojo un pequeño peluche de zorro. Se veía que era peludo, su pelaje era negro en las patas y orejas, el resto del cuerpo blanco y naranja, y los ojos grandes morados. Estuve bastante tiempo buscándolo dado que no recordaba en que parte estaba dado que habían muchas mesas y estantes repletos de peluches.

Después de una gran búsqueda por el zorro, lo encontré y pague por él, lo escondí detrás de mi espalda y camine en dirección al banco donde estaba Karma.

Cuando llegue, estaba con el celular y, como era de esperarse, bebiendo un jugo de fresa.

—Eres adicto a eso, ¿no? —Levantó la vista y río leve.

—Sabes que sí, pero tú eres más adictivo. —Sonrió de forma burlona al verme sonrojar.

—Bueno.. Te quería dar algo.

—¿Debería de tener miedo? —Dijo burlón apagando el móvil guardándolo en uno de sus bolsillos.

—No creo, ten. —Saqué el peluche y se lo di, él lo cogió sonrojado. —Vi que cuando pasamos por la tiendo te quedaste viéndolo, así que aproveche para comprarlo.

—... Gracias. —Me dio una tierna sonrisa, con las mejillas levemente sonrojadas.

—Y se supone que yo soy el pasivo, ¿no?

—Calla.

Reí leve y me puse de puntillas para besarle. Cuando la falta de aire se hizo presente, nos separamos y pasamos la tarde caminando por la calle.

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Escrito: 22\12\2019

Publicado: 23\12\2019