#19 Nora

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Actualidad – Miércoles 7 de Noviembre

Cuando se acaban las clases me voy a casa andando como siempre. Por el camino me encuentro a Aaron y Victor dentro de Marleen y me obligan a subir para volver a casa. Lo agradezco ya que estoy tan cansada que podría acurrucarme junto a un árbol y dormirme. Tengo un nuevo dejavú sobre este momento en el coche pero no le doy mucha importancia. Estoy obsesionándome demasiado con esto. Cierro los ojos un segundo pero no me duermo del todo. De repente escucho unas voces muy, muy lejanas, y siento que estoy en ese momento de trance en el que no estás del todo consciente pero aun así oyes ruido de fondo como si estuvieran al final de un túnel, y aun así parece un sueño.

—¿Se ha dormido? —No sé quién de los dos habla.

—No lo sé.

—Parece ser que sí.

—Está preciosa.

—Shht. Cállate.

—Has dicho que está dormida.

—No estoy seguro.

—De todas formas está preciosa.

—Y dale.

—La echo de menos.

—Y yo.

—Antes ha venido a disculparse.

—¿Por qué?

—Por nada. Cree que me ha hecho algo cuando el que se lo ha hecho soy yo.

—Vic... no te culpes. La culpa te corroerá por dentro hasta destruirte por completo.

No me doy cuenta de que el coche se para hasta que unos empujoncitos suaves me hacen abrir los ojos y ponerme en alerta.

—¿Qué ocurre?

—Hemos llegado —me dice Aaron con una dulce sonrisa—. Te has quedado dormida.

—¿Ah sí?

Me bajo del coche y después de darles las gracias camino hacia mi casa. ¿Realmente estaba dormida? ¿Era todo un sueño o esa conversación ha sido real? La verdad es que ya no tengo ni idea de separar la realidad de la imaginación. Pero si era real... ¿Victor me ha hecho algo? Nada tiene sentido, ¿qué podría haberme hecho él?

Subo a mi habitación y sin llegar a la cama me tumbo en el suelo donde tengo una pequeña alfombra de pelo largo y suave color crema, justo al lado de esta. Al girarme, veo uno pantalón debajo de la cama que no había visto nunca. Extrañada lo cojo y lo miro bien. ¿Este pantalón de deporte es mío? No lo recuerdo. ¿También he olvidado algunas piezas de mi propia ropa? Eso es patético.

Me levanto y lo sacudo bien para quitarle un poco las pelusas que se estaban acumulando en él aunque no sé para qué, los pondré directamente a lavar. Los estoy doblando un poco cuando cae algo al suelo.

Me agacho y veo que es un collar. Un collar de plata antiguo precioso con una piedra negra en el centro. Lo cojo para observarlo mejor y mi piel se eriza. De repente, con el contacto, empiezan a venir imágenes a mi mente que no logro comprender del todo: cenando en casa de Claire y Clark, discutiendo con Victor en clase de biología mientras hacemos un experimento, roces secretos, Victor viniendo a escondidas a mi habitación, abrazos, dormir en sus brazos, en el baile de otoño riendo y dando vueltas, un lobo luchando contra un oso....

Suelto un gritito y dejo caer el collar como si quemara. Doy un paso atrás observando el collar en el suelo intentando entender lo que acabo de ver. ¿Nuevos dejavús? ¿Qué está pasando? ¿Eso era real? Mi respiración se vuelve más rápida a causa de mi nerviosismo, noto cómo mi corazón late con fuerza contra mi pecho y a pesar de mi nerviosismo mi instinto me dice que esto está bien, es correcto, es bueno. Me acerco de nuevo lentamente y agachándome cojo de nuevo el collar cerrando los ojos mientras pienso en Victor. Una escena me abre más la mente.

2. Sin Recuerdos (Saga «La Única»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora