Actualidad - Martes 30/11/2018
Han pasado ya 4 días desde que me desperté en mi cama y sigo teniendo pesadillas, estas incluso han aumentado, al igual que mis ojeras. Intento estar normal y pasar desapercibida, como siempre, pero la inquietud vive dentro de mí sin querer irse. Sobre todo desde que en el hospital me dijeron que no estuve ingresada. ¿Por qué me mentiría Sarah? ¿Y Tom?
Estoy en la cafetería del instituto con Sam. Remuevo el puré de patatas sin intención alguna de comérmelo mientras intenta animarme sin lograr su objetivo.
—¿Nora?
—¿Mhh? —pregunto al escuchar mi nombre. Sam suspira.
—Estoy preocupada por ti. Tienes cara de cansada, comes poco y estás tan... apagada. Esta no eres tú.
—Ya... no sé qué me pasa... no duermo muy bien por las noches.
—¿Seguro que no te encuentras mal? Quizás sigues algo enferma...
—No, estoy bien. No tengo dolor, mareos, ni nada. Lo siento Sam, no quiero parecer...
—No te disculpes, solo estoy preocupada por mi mejor amiga.
Le sonrío un poco en agradecimiento. Este fin de semana, al estar sola, me he cerrado mucho en mí misma. Ha sido como si una oscuridad me invadiera y no pudiera escapar de ahí.
El sábado, después de dar vueltas por la casa como un león enjaulado y nervioso, fui al hospital a preguntar y la recepcionista, después de comprobarlo en su ordenador para asegurarse, me dijo amablemente que ninguna paciente llamada Nora Jonhson fue trasladada al hospital la noche del 12 de octubre en una ambulancia y mucho menos ingresada. No lo entiendo.
Me he obsesionado tanto con lo que me pasó que no paré en todo el domingo de buscar información en Google para intentar comprenderlo. Mi obstinación llegó hasta tal punto que llegué a páginas extrañas tipo medievales y sectas que te lavan el cerebro. Dos palabras: mal rollo.
—Chicas, mañana es Halloween —dice Natalie acercándose a nosotras junto a Sarah.
—¿Tenías algo en mente? —pregunta Sam.
—He oído que Tom va a dar una fiesta, ¿quizás podríamos ir? —pregunta Nat hacia mi dirección.
—¿Por qué me miras a mí?
—Sois amigos, ¿no? Podrías preguntarle si estamos invitadas.
—En realidad —dice Sarah—, yo ya le he preguntado. Y sí, podemos ir.
—Genial —aplaude Samantha entusiasmada—. ¡Oh, espera! Necesitamos un disfraz.
—Chicas, yo creo...
—¡No! —me corta Sam señalándome con su dedo—. Ni hablar, no te vas a quedar en casa. Vas a venir.
—Pero...
—Nada de peros. Vendrás —claudica.
Yo suspiro. Sarah me da una pequeña sonrisa pero no se la devuelvo. La palabra mentirosa me viene a la mente. ¿Debería preguntarle por qué me mintió respecto al hospital? Pero si no estuve ingresada... ¿Dónde estuve entonces? ¿Por qué me diría eso?
Me levanto de la mesa cogiendo la bandeja de la comida -que no he tocado- para tirarla. Todos los que están sentados en la mesa me miran. Creo que he hecho un poco de ruido arrastrando la silla y me ruborizo un poco. Mis amigas me miran preocupadas pero no hago caso.
ESTÁS LEYENDO
2. Sin Recuerdos (Saga «La Única»)
Hombres Lobo«Supervivencia» Nora no recuerda nada de las dos últimas semanas y eso la está volviendo loca. Sus amigos le han dicho que ha estado enferma pero no se lo acaba de creer del todo. Tiene algunos déjà vu que no sabe si son reales o falsos y una pesad...