#24 Nora

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Actualidad – Viernes 9 de Noviembre

Llevamos prácticamente toda la tarde caminando. Hemos hecho un pequeño parón para comer algo y recuperar fuerzas antes de seguir caminando por la montaña. La verdad es que no sé cuál es exactamente el plan de Victor, no tengo ni idea de a dónde estamos yendo. Él ha pasado a buscarme en el lugar que me había indicado en la nota y me ha llevado a una zona del bosque donde todos nos estaban esperando cerca de un tronco tumbado.

Victor no me ha dirigido la palabra desde que nos hemos encontrado. Sabía que tenía que pasar de él en el instituto, aunque tenía la esperanza de que volvería a sentir la emoción que sentía antes con miradas y roces secretos, pero estos no han llegado a suceder esta vez. De todas formas, ¿qué le impedía hablarme o pasar rato conmigo ahora? ¿Qué le pasa? Ayer cuando vino a verme a casa me abrazó y me besó, me dijo que me ama y que me echa de menos. ¿Acaso es mentira? ¿Por qué no me ha abrazado en cuanto me ha visto?

Después Tom nos ha llevado hasta una zona con una roca donde nos hemos reunido con una chica del clan de Tom, Karlie creo que es su nombre, y ahora nos está guiando a través de los bosques hacia ese lugar donde se supone que estaré escondida. Aaron va caminando a mi lado, vamos los últimos en esta pequeña excursión y me ha pedido perdón mil veces por no haber estado mucho por mí estos últimos días. ¿Qué le voy a decir? Obviamente mi respuesta es que lo entiendo y lo perdono. Aaron es como mi hermano y lo quiero muchísimo.

—¿Cómo vas? —me pregunta Aaron dándome un pequeño codazo.

—Bien, no te preocupes.

Seguimos en un silencio cómodo hasta que Karlie frena de golpe haciendo que todos paremos de caminar.

—¿Qué ocurre? —pregunta Victor.

—Estamos cerca pero el trayecto se hace un poco peligroso a partir de ahora.

Genial, con lo torpe que soy seguro que me caigo, sobre todo ahora que ya es prácticamente de noche.

Miro el cielo y observo como la luz de la luna coge cada vez más intensidad con el cielo color rosado. Miro de nuevo hacia mis amigos y veo que están escalando unas rocas. Suspiro y los sigo. Aaron se ha quedado el último y me ofrece su mano para ayudarme a subir, yo se la cojo encantada y agradecida de que haya pensado en mí y mi torpeza.

—Arriba —me dice impulsándome hacia arriba.

—Gracias.

—No hay de que peque, vamos o los perderemos.

Asiento y lo sigo de cerca. Seguimos escalando alguna roca más hasta que freno en seco.

—No pienso pasar por ahí.

—No mires hacia abajo —me contesta Aaron.

—¿Estás loco? —grito. No hago caso de lo que me dice Aaron y miro hacia abajo—. Si me caigo me mato.

Se supone que tengo que pasar por un trocito de roca que sobresale de la montaña para pasar al otro lado.

—Pégate a la pared y da pasitos pequeños.

—Aaron, no puedo.

—Confía en mí —me dice tendiéndome la mano desde el otro lado. Es un trozo corto pero... vuelvo a mirar abajo y empiezo a marearme—. No mires abajo...

—¿Qué pasa? —pregunta Victor preocupado desde el otro lado.

—No quiere pasar.

—No es que no quiera... —susurro mirando de nuevo el precipicio.

2. Sin Recuerdos (Saga «La Única»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora