CAPÍTULO 3

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"No importa lo que ocurra, sabes que siempre estaré a tu lado, tanto si quieres reír como si quieres llorar."

Como norma general, los miembros de la iglesia bautista del sur no bailan

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Como norma general, los miembros de la iglesia bautista del sur no bailan.

En Seul, sin embargo, aquella no era una regla estricta. El reverendo que había precedido al señor Lee —no me preguntes cómo se llamaba— adoptó un enfoque más laxo sobre la asistencia a bailes en el instituto siempre que los alumnos estuvieran acompañados por algún adulto, así que esos bailes se habían convertido en algo tradicional entre la congregación.

Cuando el señor Lee ocupó su puesto, ya era demasiado tarde para cambiar de criterio. Hoseok era seguramente él único chico que no había asistido a ningún baile en el instituto, y, con toda franqueza, no estaba seguro de si sabía bailar.

He de admitir que también estaba preocupado por cómo iría vestido, aunque no me atreviera a decírselo. Cuando asistía a actos sociales en la iglesia — promovidos por el señor Lee— normalmente llevaba un viejo pantalón y una de sus playeras de cuadros que veíamos en el instituto todos los días, pero se suponía que el baile de inauguración de curso era una celebración especial.

La mayoría de los chicos se compraban un traje nuevo, y las chicas iban con vestidos nuevos de igual modo, y aquel año los organizadores habían contratado a un fotógrafo para que inmortalizara a los asistentes.

Sabía que Hoseok no pensaba comprarse un traje nuevo, pues no era, exactamente, rico. No se ganaba mucho dinero con el oficio de reverendo, pero era evidente que los que ejercían la profesión no lo hacían por motivos económicos, sino por una compensación más bien a largo plazo; no sé si me entiendes. Pero yo tampoco quería que Hoseok asistiera con el mismo atuendo insulso que llevaba en el instituto todos los días; no tanto por mí —no soy tan superficial—, sino por lo que dirían los demás. No deseaba que la gente se riera de él ni nada parecido.

La buena noticia, si es que había alguna, era que Yoongi no me chinchó demasiado con lo de Hoseok, porque estaba ocupado pensando en su propia pareja. Iba a asistir al baile con Park Jimin, el jefe de las animadoras del equipo de béisbol.

No es que fuera el chico más popular del instituto, que digamos, pero era bonito…, bueno…, tenía las piernas bonitas e incluso el trasero y el rostro parecían hechos por los mismísimos ángeles. Yoongi sugirió que fuéramos los cuatro juntos, pero rechacé su propuesta: no quería arriesgarme a que se burlara de Hoseok ni nada por el estilo. Era un buen chico, pero a veces podía ser un poco desalmado, especialmente después de tomar unos tragos de bourbon.

El día del baile fue bastante ajetreado para mí. Me pasé casi toda la tarde ayudando a decorar el gimnasio, y tenía que ir a buscar a Hoseok media hora antes porque su padre quería hablar conmigo, aunque no sabía de qué. Hoseok me lo había anunciado el día anterior, y no puedo decir que la idea me entusiasmara mucho. Suponía que el señor Lee me iba a hablar de la tentación y del camino del mal al que, irremediablemente, nos podía conducir la tentación.

𝚈𝙾𝚄 𝚆𝙸𝙻𝙻 𝚁𝙴𝙼𝙴𝙼𝙱𝙴𝚁 𝙼𝙴? ❦VHOPE❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora