EPÍLOGO

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You will Remember me?

A los diecisiete años, mi vida cambió para siempre

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A los diecisiete años, mi vida cambió para siempre.

Mientras camino por las calles de Seul cuarenta años más tarde, pensando en aquellos meses de mi vida, lo recuerdo todo con tanta claridad como si fuera ayer.

Recuerdo que Hoseok contestó que sí a mi pregunta y que los dos nos pusimos a llorar juntos. Recuerdo la conversación que mantuve con el señor Lee y con mis padres para explicarles lo que necesitaba hacer. Ellos interpretaron que solo lo hacía por Hoseok, y los tres intentaron disuadirme, sobre todo cuando se enteraron de que él había dicho que sí. No comprendían, y tuve que dejárselo claro, que necesitaba hacerlo por mí.

Estaba enamorado de él, tan profundamente enamorado, que no me importaba si Hoseok estaba enfermo ni que no pudiéramos estar juntos mucho tiempo; ninguno de esos factores me parecía relevante. Lo único que deseaba era hacer lo que mi corazón me dictaba. Era la primera vez que Dios me hablaba de forma directa, y, de ningún modo, pensaba desobedecerlo.

Supongo que algunos pensarán que lo hice por pena; los más escépticos quizás incluso se preguntarán si lo hice porque sabía que Hoseok pronto moriría, por lo que en realidad no asumía un compromiso a largo plazo. La respuesta a ambas preguntas es: no.

Me habría casado con Jung Hoseok fuese lo que fuese lo que le deparara el futuro. Me habría casado con Jung Hoseok si el milagro por el que tanto había rezado se hubiera cumplido de repente. Lo supe en el momento en que se lo pregunté, y hoy sigo teniendo la misma certeza.

Hoseok era más que simplemente el hombre al que amaba. En aquel año, él me había ayudado a convertirme en el hombre que soy. Con su mano firme, me mostró la importancia de ayudar al prójimo; con su paciencia y bondad, me enseñó el verdadero significado de la vida. Su valentía y optimismo, incluso en los momentos más graves de su enfermedad, fueron lo más sorprendente que jamás he visto.

El señor Lee nos casó en la iglesia bautista, con mi padre de pie a mi lado como padrino. Eso fue otro de los logros de Hoseok. En Seul, la tradición marca que tu padre esté a tu lado el día de tu boda, pero para mí hubiera sido una tradición sin sentido antes de que Hoseok llegara a mi vida. Él nos había unido a mi padre y a mí de nuevo; además, también había conseguido cerrar algunas de las heridas entre nuestras dos familias.

Después de lo que mi padre había hecho por Hoseok y por mí, supe que siempre podría contar con él. A medida que pasaron los años, nuestra relación se fue consolidando con más fuerza hasta el día de su muerte.

Hoseok también me enseñó el valor de saber perdonar y el enorme poder de redención que conlleva el perdón. Me di cuenta el día en que Yoongi y Jimin fueron a visitarlo a su casa. Hoseok no guardaba ningún rencor; él vivía su vida tal y como marcaba la Biblia.

𝚈𝙾𝚄 𝚆𝙸𝙻𝙻 𝚁𝙴𝙼𝙴𝙼𝙱𝙴𝚁 𝙼𝙴? ❦VHOPE❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora