capítulo 1

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-¡No joder Selena no es así! -

Esta chica me pone la mar de nervioso, solo llevo dos tardes con ella y ya siento cómo quiero lanzarla por la ventana.
Solo tiene que tocar dos putas notas bien y no es capaz, como quieres que guarde las formas con esta si saca de quicio a cualquiera.

-Lo siento Andy pero no soy un ordenador, no puedo saber hacer las cosas a la primera, ¿sabes? -

-Déjalo Selena, nos vemos la semana que viene.-

De verdad que no aguanto más aquí metido en su habitación viendo como una niñata intenta tocar unas notas de la guitarra.

-Andy siempre dices eso, y en un mes solo nos vimos dos veces; esto no puede ser así.-

-No, lo que no puede ser es que no seas capaz ni de coger bien la puta guitarra.-

-Eres un payaso Andy, en dos putos días no pretendas que haga un concierto.-

Me levanto de la silla y me dirigo a su cama donde reposan mi móvil y el abrigo.-
Me dirigo a la puerta;

-Adiós Selena.-

-Ten cuidado no te vayas a caer por las escaleras.

-!Eres una niñata!

-¡Y tu un payaso!

-¡Ya lo dijiste!

No puedo evitar reírme mientras bajo las escaleras y recuerdo su cara empanada y  la manera que cogía la guitarra.

-Narra Selena-

¡Que imbécil es! No puedo con él y solo estuve dos tardes pero es tan tan tan sumamente impaciente y borde que pone nerviosa a cualquiera. ¿En que momento a el profesor se le ocurrió ponerme con él?

Me tiro en la cama sin mirar, y siento cómo me clavo algo en la espalda.

-¡Aaah! ¿Que coño es esto?

Termino metiendo la mano por debajo de mi espalda para coger lo que sea que me he clavado.
¡No puede ser! Es inevitable no reírme, Andy se ha dejado las putas llaves de su casa en mi cama.
Las cojo y las dejo reposar en la mesa de escritorio. Me dirigo al baño con el teléfono; lo enciendo, pulso la aplicación Spotify y me decanto por la lista de música <<Canciones favoritas>>. Enciendo el grifo para que comience a calentarse el agua y comienzo a desvestirme.
Como es habitual, me pongo en frente del espejo, siempre me quedo mirando mi reflejo por tiempo, tengo sentimientos encontrados; siempre tengo la duda de si me quiero, o al hacer muecas de disgusto a ver partes de mi cuerpo que no me agradan deja de ser así. Se que el cuerpo de chica perfecta no existe, se que cada una es bella a su forma, y que yo también lo soy pero, ¿dónde está esa belleza que me caracteriza? Quisiera tener ese valor de quererme, saber cuidarme cómo es debido, dejar de manipularme y juzgarme por todo. Quisiera abrazarme de verdad.

-Narra Andy-

-¡Mierda! ¡Mierda! ¡MIERDA! ¿¡Cómo coño abro yo ahora!?-

Joder tío esta tarde se está luciendo y yo soy el farolillo.
Pego mil veces en la puerta a ver si alguno de los porretas que tengo por compañeros de piso están en casa, pero nada.
Joder, no quiero volver a casa de la niñata a pedirle mis llaves, faltaría menos. No me queda más remedio que esperar aquí sentado a ver si a algunos de estos le da por aparecer.
*Llamada entrante de Riley*
-Hola mi amor, ¿dónde estas?
La verdad que Riley ahora no me viene bien, no dispongo de la paciencia que debería para tratar con ella.
-Hola Riley, dime.
-Joder, que soso eres; arruinas todo.-
A esto me refería.
-Dime Riley, no tengo ganas de jugar ahora.
-¿Te apetece ver una película?-
Todos sabemos como termina eso.
-¿Y tus padres? ¿No te da cosa follar con tus padres a 5 pasos de ti?
-Mi padre se ha pirado y mi madre está sopa en el sofá. Tarda lo menos posible.
-Adiós Riley, te aviso cuando llegue.
-Adiós. *cuelga*

IlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora