Capítulo 6

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-Narra Andy-

He intentado contactar con Riley mil veces pero no lo coge. Por el camino he querido dar la vuelta y ver como está Riley pero necesito una ducha y comer algo pero claro, las llaves las tiene la repelente que tengo por compañera y he tenido que venir al puto instituto a por ellas. No me atrevo a entrar porque seguro que algún profesor me verá y me arrastrará hasta la maldita clase que tenga ahora y la verdad no es que esté en mi mejor momento. Pensaba que sería mala idea esperarla aquí ya que no tengo su móvil ni nada, pero la veo viniendo hacia mi. Me mira con cara de sorprendida y hace muecas como si no entendiese nada.

-¿Por qué has venido ahora?- Vaya, se ve que es más repelente de lo que creía. Enciendo o la pantalla del móvil e intento llamar otra vez a Riley.

-No vengo a ningún lado, estoy aquí solo para que me des mis llaves.- No despego la mirada del móvil pero se que sigue con su cara de no entender nada.

-Tenemos clase de música ahora y no me puedes dejar tirada es más hoy tenemos que enseñarle al profesor lo que hemos hecho estos días así con más motivos para que te quedes.-

¿Qué se cree esta niñata? ¿Quién se cree que es para poder hablarme así? Vuelvo a la vista hacia ella. Tiene las manos apoyadas en la cintura y me está mirando fijamente.

-Mira...

-Selena.- Me dice con enfado al no saber como se llama y eleva la cabeza.

-Como te llames, me da igual. He venido únicamente a que me des las llaves, he pasado la noche fuera y no tengo ganas de aguantarte ni a ti ni a ningún profesor, es más, no tenemos nada.

-A mi también me da igual donde hayas estado y si no estás de buen humor, ¿Quieres tus malditas llaves? Toma.- Me dice y empieza a buscar en el bolsillo pequeño y después en el grande.

-Las había guardado en la mochila te lo juro.- No me jodas que encima me ha perdido las llaves.

-Pues espero que sea verdad.- Sigue buscando en la mochila, pero ahora está nerviosa. Muy nerviosa. Tanto, que se le cae los libros de el bolsillo grande.

-¡Mierda! Andy de verdad que las metí en el bolsillo pequeño esta mañana-. Está muy agobiada, se agacha maldiciendo todo lo que se le pasa por la cabeza y empieza a guardar de nuevo los libros en la mochila de Nirvana. ¿Nirvana? Vaya esta chica no me va dejar de sorprender. Pensaba que le gustaba Justin Bieber o algún grupo cutre de pop.

Me empieza a vibrar el móvil. Es Riley.

-Mira déjalo, mañana me las das sin falta.- Digo, respondo la llamada de Riley y empiezo a andar camino a casa de ella.

-¡Espera! Dame tu teléfono o algo. Para poder localizarte y dártelas.

-¿También quieres mi teléfono? Cualquiera diría que quieres secuestrarme o algo así.- Es inevitable reírse al ver la cara que se le quedó. Está de cuclillas con una libreta en la mano mientras todas las demás reposan en el suelo, al igual que su cara al escuchar mi respuesta y verme ir sin mis llaves.

-¿Quién es?.- Me dice Riley nada más que me pongo el teléfono en el oído.

-¿Quién Riley?

-Con la que hablabas, ¿Para que quiere tu teléfono Andy?- Está alterada y chillando al teléfono.

-Tranquilízate cariño, es una compañera de clase.- ¿Qué mierda me invento ahora para que no me lie otra? Sé que no tiene nada de malo. Que no tengo nada con Selena más que un maldito trabajo de clase.

-¿Ya me estás mintiendo Andy? ¿Te acabas de ir de mi casa y ya quieres meter la polla en otro lado?-

-¿Qué estás diciendo Riley? Eso no es verdad, ni siquiera sabía cómo se llamaba.- Aunque haya vivido esto con ella mil veces sigo sin acostumbrarme pues nunca se por dónde me va salir.

-Eres un puto cerdo mentiroso, ¿Por qué ibas a bromear con una que no conoces y reírte como si fuese lo más gracioso del mundo?

-Riley voy para tu casa y lo hablamos, pero ya te digo que es todo una puta confusión. Solo hemos intercambiado cuatro frases de verdad no te pongas así.

-¡Ni se te ocurra venir! ¡No te quiero ver!-

-¡Riley que no hice nada! ¿Riley? ¡Mierda!- Me ha colgado. Se ha enfadado, me ha insultado y me ha colgado. Sin motivo.

La rabia que siento ahora es inexplicable. No tengo dónde ir. No tengo con quien ir. Esto es una mierda. Todo es una mierda. Hace unos años le prometí cambiar, ella me prometió cambiar. Solo uno cumplió la promesa. Esto no es nada nuevo para mí, pues siempre que ella sienta que le estoy siendo infiel por remota que sea. Es verdad. Da igual lo que diga, lo que le muestre. Le he sido infiel.

No os miento cuándo os digo que no tengo dónde ir. Me mudé a Londres solo. No tengo contacto con mi padre exceptuando dos llamadas al mes y con mi madre lo más mínimo. Me peleé con ella hace meses. Fue la última después de tantas. Ni ella ni yo nos aguantábamos. Me alejé por su bien. No creáis que ella estuvo de acuerdo de que me fuese a vivir solo tan pronto. Pero las peleas aumentaban, el escándalo cada vez era más fuerte al igual que su llanto al tener un hijo sin futuro. Sin el futuro que ella eligió para mí. Nunca aceptó mis ideas, mi forma de ser y menos el rumbo de vida que llevaba. La verdad, yo tampoco lo hubiera aguantado. Y lo sigo sin aguantar.

El trato que tengo con ella es solo para el dinero. Al ser todavía menor de edad recibo una cantidad cada mes como para el alquiler y poder vivir con lo básico. La verdad que lo prefiero así.

IlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora