Capítulo 18.

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Bosque Lumirinto (tercera parte)

Adam: Diablos. Definitivamente estamos perdidos, y aquí dentro del bosque no puedo llamar un taxi volador. ¿Qué hago ahora? 😕

Neil: Sssss, Crepa... mantente cerca de mí para que no te pierdas 😊

Crepa: Siento que falta algo... 😥

Anathema (desde el cielo): Oigan, puedo hablar con los fantasmas del bosque para que nos digan por donde es la salida a Pueblo Plié. ¿Voy?

Adam: ¡Ana! Tú puedes buscar una salida, ¿verdad? ¡Vuela más alto y pide ayuda!

Anathema: Marchando... 😄

Crepa: Oigan, ¡en serio siento que falta algo! 😫

Neil: ¿Mh? Pues no se yo... ¿Suegra, falta alguien...?

Adam: ¿Y Aziraphale y Crowley? ¿Desde cuando no est...?

Crepa: ¡¡APPLIN!! 😱😱😱 ¡¡Tenemos que encontrar al niño, Neil, muévete pronto!! 

Neil: 😳😳 S...sí, ya mism...

Crepa: DIJE PRONTO, ¿QUÉ NO VES QUE APPLIN ESTÁ SOLO EN EL BOSQUE Y TODAVÍA NO SABE USAR ATAQUES? ¡MUÉVETE YA! 😠😠

Neil: ..... ella es la madre de todos mis futuros hijos 😌😌

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 Bosque Lumirinto (cuarta parte y final)

Neil era el más rápido, así que avanzaba por el bosque golpeando con su cola los grandes hongos luminosos que crecían a lo largo y ancho de los caminos. Al tocarlos desprendían un brillo intenso que ayudó a Adam y su equipo a atravesar el lugar a salvo, sin tropezar o perderse en rincones más profundos. Sin embargo, el efecto duraba muy poco y no alcanzaban a buscar lo suficiente, tanto la salida como sus compañeros.

-Mi bebé... quiero encontrarlo- gimoteó Crepa preocupada por Applin. El pequeño era un pokémon muy débil, que no había participado de ninguna batalla. Ni siquiera tenía un nombre aún, porque Adam no lo había atrapado. Solo viajaba con ellos por su propia voluntad, pero seguía siendo tan frágil como el día en que lo encontraran.

-Tranquila, lo encontraremos- le aseguró Neil.- Te lo juro, Crepita, encontraremos a...

-¡Por allí!- señaló Adam al percibir unas esporas rosas a lo lejos.- Reconozco ese aroma dulce, es el sello de identidad de Aziraphale. ¡Tienen que estar en esa dirección!

El brillo de los hongos se apagó en ese momento, devolviéndolos a la oscuridad, pero Crepa no hizo caso al grito de advertencia de su entrenador y salió disparada hacia donde habían visto las esporas rosas. Su espíritu de hada se manifestó y la guió sin vacilar por los caminos oscuros del bosque Lumirinto. Había hadas más fuertes que ella, como los Morgrem, y hadas más veloces, como los Rapidash; sin embargo, ninguno de ellos tenía su misma motivación para aventurarse en un lugar desconocido con aquel arrojo.

-Son sus voces... ¿Mami Aziraphale? ¿Papi Crowley?

-¡Hija! ¡Aquí!

-¡Maaami...!

-¡Applin!- gritó al entrar a un claro y ver a su pequeña manzanita acurrucada junto a su enorme padre, y a su dulce mamá, que miraba atónita como ella corría a abrazar al pequeño. Rato después llegaron Adam y los otros pokémon, incluida Anathema, que había encontrado la salida del bosque hacia pueblo Plié. 

-Cielos, debí ser un entrenador más cauteloso. Lo siento mucho, chicos, no era mi intención entrar como si nada y perder a la mitad de ustedes. ¡Lo siento de verdad!

Adam se sentó un momento en el suelo y sus pokémon lo rodearon, apoyándolo y compartiendo su alivio de estar de nuevo reunidos. Todos, excepto Crepa, que seguía aferrada al Applin. El pequeño había dejado de llorar y reía mientras su "mamá" creaba nata para darle de comer, algo que sacó lágrimas incluso a Crowley. Al verlos así unidos, Adam murmuró: 

-Puedo atraparte, Applin, y serás parte de la familia. Pero... solo puedo llevar seis pokémon en el equipo. Cuando te atrape, uno de ustedes deberá marcharse.

Todos se miraron. Sin embargo, Newton no esperó a que los otros lo decidieran: solito se puso delante de su entrenador, y le tocó la mano con firmeza mientras decía: 

-Yo me voy. Al cabo que no soy tan fuerte los demás aquí...

-¡Newt! 

-Está bien, Anathema. Nos volveremos a ver alguna vez, ¿no? Sigo siendo el pokémon de Adam, así que no te pongas triste. Esto no es un adiós, es un hasta luego.

-Gracias, tío Newton- susurró Crepa conmovida mientras Adam capturaba a Applin. Al sacarlo de su pokéball de nuevo, le dijo por lo bajo:

-Tu nombre será Draco. Serás un dragón fuerte y feroz cuando crezcas, ¿sabes?

-Pero seguirá siendo igual de adorable que ahora- intervino Crepa orgullosa. Neil los envolvió a ambos con amor y finalizó:

-Nuestro hijo será el mejor pokémon dragón de todos. No tengo ninguna duda de eso.

Trainer AdamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora