Adam corrió hasta la calle con el corazón en la boca, seguido de Warlock. El pokémon colosal había causado enormes destrozos en las afueras del estadio, y ahora entendían por qué. Su cuerpo enorme y alargado como el de un insecto, color gris, rojo y dorado, no flotaba como habían creído en un principio; tenía seis poderosas patas que arrastraba con lentitud, lo que dejaba huellas enormes a su paso y abría el suelo. El pokémon también tenía dos alas negras con pinchos rojos, de aspecto aterrador, y sus duros ojos rojizos parecían fulminar a todo aquel que se le acercaba. De pronto el pokémon abrió la boca y emitió un rugido ensordecedor.
-¡Es... no puede ser! ¿Giratina?
-¿Quién es Giratina?- pregunto Warlock aterrorizado al oír a Adam pronunciar ese nombre con estupefacción.
-Cuando era niño viajé a Sinnoh con mis padres, y visitamos algunos templos. La leyendas locales hablaban de Giratina, el amo y señor del Mundo Distorsión, el pokémon que representa el caos...
-¿¡Ehhh...!? Pero... pero... ¿por qué un pokémon legendario de otra región aparecería aquí, en Galar?- chilló Warlock.- ¿Y por qué estaría tan enfadado como para destruir todo?
-No lo sé...
No, Adam no lo sabía, pero de pronto algo empezó a agitarse en su mente. Giratina era un pokémon legendario; los pokémon legendarios rara vez abandonaban sus regiones, pues o bien vivían en ellas o los portales que conducían a sus mundos estaban en ellas. Sin embargo, los legendarios de cada región estaban conectados de forma misteriosa entre sí, formando un balance perfecto que mantenía el mundo a salvo. Si un pokémon rompía ese balance abandonando su región, era posible que los otros se alteraran y despertaran de sus letargos. El pokémon legendario más poderoso de Sinnoh era Arceus, creador del universo y de todo lo existente. ¿Y si algo le hubiera pasado a Arceus, y por eso Giratina hubiera dejado el Mundo Distorsión para ingresar en el mundo real?
-Arceus es Dios. Arceus, el pokémon más poderoso de todos...
-¿Adam, qué estás murmurando?- preguntó Warlock tirando de su manga.- ¡Vamos, debemos buscar a los demás y ponerlos a salvo!
-Warlock. Creo que sé por qué Giratina ha venido.
-¿Qué? ¿Por qué?
Adam tuvo un escalofrío y recordó a cierto pokémon, blanco, con un impresionante arco dorado rodeando su lomo, que había estado siguiéndolos desde hacía un tiempo. Un pokémon salvaje que había jugado con los suyos, que había compartido las bayas con Aziraphale, Crowley y los demás, y que a pesar de hacérsele conocido nunca había logrado identificar. De repente se dio una palmada en la cabeza con notable fuerza, tomando conciencia de todo. Warlock se asustó.
-¿Adam...?
-¡Arceus está aquí en Galar!- gritó, señalando hacia el gigante Giratina y agitando los brazos.- ¡Es ese pokémon del arco dorado que estuvo siguiéndonos en el Área Silvestre!
-¿¿Cómo?? ¿Hablas de Arceus, el pokémon dios creador? ¿Ese Arceus? ¿Qué no es solo una leyenda?
-¡Claro que no! ¿No lo entiendes? La única razón por la que los pokémon legendarios son considerados leyendas es porque rara vez se dejan ver. A menos que estudies sobre ellos a fondo, quizás nunca los conozcas. Pero yo recuerdo mi viaje a Sinnoh y todo lo que aprendí sobre Arceus, Giratina, Dialga, Palkia... mejor dicho, lo acabo de recordar ahora al ver a Giratina. ¡Todo encaja! Arceus por alguna razón vino aquí, y se quedó tanto tiempo que el equilibrio de Sinnoh se salió de eje. Giratina debió notarlo y vino a nuestro mundo a buscarlo...
-... y luego por error entró en contacto con la energía Dinamax de este estadio y se convirtió en un gigante destructor- completó Warlock con temor, apartándose el pelo del rostro con manos temblorosas.- ¡Adam, esto es muy grave! Dudo mucho que podamos devolver a Giratina a la normalidad y convencerlo de volver a Sinnoh. ¿Qué hacemos?
-¿No es obvio?- contestó Adam con más valor del que sentía.- Debemos encontrar a nuestros amigos. Ellos iban a cuidar de mis otros pokémon durante el torneo, y dado que Arceus se hizo amigo de Crepa y los demás, ¡aún deben estar juntos!
-¡Cielos... es verdad! Pero no tenemos ni idea de dónde estarán ahora en medio de este desastre...
-Tendremos que resolverlo a la antigua: ¡buscando!- resolvió el joven entrenador sacando la pokéball de Terry, el Charizard.- Solo Arceus tiene el poder de calmar a Giratina, así que es mejor que nos demos prisa y lo encontremos. ¡Sube! Dos personas ven más que una. Seguro que entre los dos lo hallamos pronto.
..........................................................................................
El siguiente capítulo es ya el ultimo del fanfic. ¡Pasó tanto tiempo desde que lo empecé, que me siento muy extraña al decir que ya termina! En el medio como saben estuvo en un largo hiatus; les pido disculpas por eso y también por los huecos argumentales que pudieron haber quedado, siento que pude hacer más por esta historia pero siento también que es mi deber terminarla. No tiene sentido mirar al pasado y pensar en lo que pudo haber sido, las aventuras de Adam y sus pokémon ya fueron escritas y no me queda más que darles fin.
Mientras Aziraphale, Crowley y los demás tenían sus aventuras de amor y amistad, Adam trabajaba duro para llegar hasta la Liga Pokémon de Galar. En el próximo capítulo, entrenador y pokémon tendrán su reencuentro y el final de su viaje. ¡No se lo pierdan!
ESTÁS LEYENDO
Trainer Adam
FanfictionAdam es un chico de once años que sale de su pueblo natal, Tadfield, para iniciar su viaje como entrenador pokémon. Está acompañado por su amigo de la infancia, un Slurpuff llamado Aziraphale. Después de presenciar como un mal entrenador abandona a...