Como llevo tiempo sin publicar, les recuerdo unas cositas sobre esta historia:
Está ambientada en el mundo de los juegos Pokémon Espada y Escudo. La acción transcurre en la región de Galar, la última de la franquicia hasta el momento, y Adam es un entrenador que ha logrado llegar hasta el Torneo de Finalistas de la Liga Pokémon, el certamen que le permitirá desafiar al vigente campeón de la Liga, Lionel. Percy, Naboru y Roy son algunos de los líderes de gimnasio de Galar (siendo los otros Cathy, Nerio, Alistair/Judith, Mel/Morris y Berto como reemplazo de Sally).
En el capítulo anterior, Warlock, que estaba ya en las gradas con los otros amigos de Adam esperando que empiecen los combates, tiene un mal presentimiento y decide ir a ver a su amigo de improviso. Mientras tanto, sobre los cielos de Galar aparece un extraño pokémon que se ve atraído por la energía Dinamax del estadio...
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-¿Warlock? ¿Qué haces aquí?- preguntó Adam sorprendido al ver a su amigo entrar de repente al vestuario, donde él y los líderes de gimnasio esperaban su turno para entrar al estadio. El joven pelinegro se veía agitado, y ligeramente asustado.
-Adam, yo... tengo un mal presentimiento...
-Oye, niño- intervino Naboru, el líder de tipo fuego.- No puedes entrar aquí, este sitio está reservado solo para finalistas.
-¿Es amigo tuyo, Adam?- preguntó el gentil Percy, líder tipo planta.- Lo siento, Naboru tiene razón. Debe regresar a las gradas del estadio.
-¡Les pido disculpas!- exclamó Warlock muy apenado, sin poder explicarse a sí mismo por que había actuado tan impulsivamente.- No era mi intención faltar a las reglas de la Liga, lo juro, pero...
-Ey, está bien. No pasa nada- intervino Adam con una sonrisa, buscando tranquilizar los ánimos.- Apuesto a que solo estás nervioso por la final, ¿verdad? Pero tranquilo, me irá bien. Confío en las habilidades de mis pokémon, y si acaso llegara a perder, soy consciente que estoy peleando con los mejores de Galar.
-Adam...- Warlock dio un breve abrazo a su amigo, sintiéndose estúpido por preocuparlo antes del momento más importante de su vida de entrenador. Se obligó a sonreír el también y le palmeó el hombro, dispuesto a remediar su error.
-Lo harás magnífico. Seguro...
-Claro que sí. ¡No te preocupes! Vuelve con los demás y diles que me animen bien fuerte.
Warlock asintió y dio un pasó en dirección a la salida de los vestuarios. Fue entonces cuando un gran temblor sacudió el suelo, un temblor que parecía venir de las entrañas mismas de la tierra. Se oyeron gritos y ruidos diversos provenientes del estadio, y los mismos líderes quedaron conmocionados. Adam abrió mucho los ojos y preguntó con temor:
-¿Qué está pasando? ¡Esto no es una batalla!
-¡Niños, no salgan!- ordenó Roy, el líder dragón.- Iré a investigar de inmediato, ¡y tengan por seguro que Lionel estará ya en camino!
Adam y Warlock hubieran considerado hacer caso a ese consejo, pero nuevos temblores les pusieron los pelos de punta y entonces no pudieron quedarse quietos. Después que los líderes abandonaran el vestuario, lo mismo que los empleados de la Liga Pokémon, ambos corrieron por los pasillos hasta llegar a la recepción, donde cantidad de personas corrían, gritaban y observaban aterrados lo que sucedía en el exterior.
-¿Qué demonios es eso?- gritó Warlock ante el poderoso haz de luz roja que parecía envolver el estadio, como un campo de energía. Adam no lo sabía, pero no podía ser nada bueno.
-Se parece... a la luz de los nidos Dinamax...
-¡Pero eso es imposible!- respondió Warlock aterrado, mirando a un lado y al otro en busca de una salida que no estuviera congestionada.- El estado Dinamax solo puede hacerse dentro del estadio, ¡no en la calle!
-Eso es cierto- agregó una voz repentina a su lado. Sally, la ex líder de tipo hada de Pueblo Plié, parecía razonablemente serena a pesar del clima de desastre que los rodeaba, y afirmó con voz seria:- En circunstancias normales, la energía que permite a los pokémon volverse Dinamax solo se da en los nidos del Área Silvestre y en el interior de los estadios. Pero...
-¿Pero?
-Joven Adam, ¿sabes por qué puede hacerse el Dinamax en los estadios?
-Porque están construidos sobre nidos- contestó Warlock en su lugar.- Hace mucho tiempo.
-Exacto. Naturalmente, hay múltiples medidas de seguridad que permitieron edificar sobre estos nidos. No es sencillo llegar a ellos, de hecho, por lo que esa luz Dinamax significa que algo lo bastante poderoso logró alterar el equilibrio. Algo... o alguien.
-Yo diría más bien alguien- agregó Adam logrando hacerse paso hasta unos ventanales. Warlock y la señora Sally lo siguieron, y observaron no solo el pandemonio de personas huyendo, sino lo más aterrador, la sombra de un pokémon tan colosal que parecía tapar el sol. El pokémon no caminaba sino que flotaba, por lo que no pudieron verlo del todo, pero si les quedó claro algo.
-Es un pokémon Dinamax. ¡En la calle! ¡Esto será catastrófico!- exclamo Warlock asustado.- ¡Adam, debemos...! ¿Eh? ¿Adam?
-¡Jovencito, no salgas!- exclamó Sally perdiendo un poco la compostura al ver que Adam corría entre la multitud en dirección a la puerta principal, donde empleados del estadio trataban de poner orden a la muchedumbre.
-¡Tengo que hacerlo! ¡Ese pokémon gigante podría destruir la ciudad en un santiamén!
-El campeón y los líderes se ocuparán de él. ¡No te expongas de esa forma al peligro!
-¡No! Yo soy un finalista. Estoy al nivel de los líderes, ¡no me quedaré de brazos cruzados mientras todo el mundo corre peligro!
-Adam... ¡Diablos, espérame!- masculló Warlock persiguiéndolo.- ¡Ni pienses que te dejaré solo, iré contigo!

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Trainer Adam
FanfictionAdam es un chico de once años que sale de su pueblo natal, Tadfield, para iniciar su viaje como entrenador pokémon. Está acompañado por su amigo de la infancia, un Slurpuff llamado Aziraphale. Después de presenciar como un mal entrenador abandona a...