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Roger examinaba  al moreno que tenía en frente, mientras Sora dormía en sus brazos. Freddie estaba en la puerta con las manos a la cintura mientras veía a Roger y luego al bebé, comparándolos. Como no veía la reacción del menor puso  su mano frente de su rostro del rubio moviendola arriba y abajo para despertarlo de su trance.

-Cariño... Tierra llamando a Roger- bromeó riendo. Roger pestañó varias veces entrando en razón.

-Pasa querido, no piensas quedarte todo el día afuera con la criatura ¿o si?- habló, tomando por la espalda a Taylor para que se adentre a la casa.

El rubio tomó sus cosas y subió los pequeños escalones de la casa. Al adentrarse se quedó de pié, admirando cada parte de la casa. Era bonita, muy bonita en realidad.

-¿No es preciosa?.- exclamó alzando los brazos exageradamente. El rubio lo miró confundido.

-La casa cariño.- dijo pero Roger solo asintió con la cabeza- querido habla, necesito opiniones, yo no muerdo.- tomando ambas mejillas de Roger con toda la confianza del mundo, sonriente.

-Está muy bonita-respondió con ambas mejillas coloradas y una tímida sonrisa.

-Lo sé, lo sé, sé que le faltan algunos retoques, pero al final todo quedará divino.- condujo a Roger a un sofá, tomando asiento. Acomodó a Sora, al hacer tal movimiento emitió leves quejidos, pero el ojiazul se las arregló meciéndolo. Freddie atento vió tal acción que no pudo contener la ternura.

-Tu bebé es precioso.- habló bajito acercándose para mirar bien a Sora que estaba con los ojos cerrados haciendo lucir sus largas pestañas.

-No puedo creer que desde ahora me quedaré con esta preciosura.- exclamó emocionado. - ¿Puedo cargarlo?

El rubio miró su extravagante ropa que llevaba puesta. Aún no estaba convencido de dejar a su bebé con un tipo que recién conocía. Así que cuando le preguntó,dudó.

-Roger, Cariño, sé que no estás acostumbrado a alguien con trajes exóticos y divinos. Al principio debe dar miedo.- habló un poco ofendido. - Pero no cielo no, no quiero que pienses que debido a mi apariencia soy un mal niñero, no señor.

Lo último mencionado hizo reír a Roger, que finalmente habló.

-Discúlpame, es que hace tiempo no frecuento a hablar mucho con la gente.- habló agachando la cabeza.
-También por no presentarme correctamente...soy...

-Querido eso ya lo sé, eres Roger no es necesario  decir tu nombre.¿No tienes con quien hablar frecuente? Pues ya tienes a alguien cariño. -interrumpió- dime cielo cuanto años tienes ¿dieciocho?

-Tengo solo quince, señor Bulsara.

-No me digas señor, me hace sentir viejo, llámame Freddie con confianza.- corrigió, al escuchar la edad del menor se le abrieron los ojos de la sorpresa- ¡Tienes quince! ¡Pero con más razón eres un bebé!

Debido al grito que ocasionó, Sora de inmediato despertó llorando por el susto, soltando su chupón. Freddie se cubrió la boca por el ruido que emitió.

-Amor, es solo tu primer amigo Freddie, no llores bebé.- dijo meciéndolo. Colocando el chupón nuevamente en su pequeña boca hizo que se  calmara un poco haciendo que solo sollozara y sus lágrimas se retuvieran en sus ojitos.

Sora dejó de llorar pero aún contenía las lágrimas y con los ojos bien abiertos no dejaba de observar a Freddie que este mismo fijamente miraba hacia Sora, guardaba las ganas de tener al tierno niño en brazos. Era una lucha de miradas entre Sora y el moreno. El pequeño, apartando la mirada, escondió su rostro en el pecho de Roger mientras alzaba sus manitas y sujetaba fuerte la ropa del rubio.

Paradise [Maylor][Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora